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Según trascendió por medio de un matutino local, el interno N° 20 circulaba por calle Concejal Veiga cuando una bebita de tan solo 2 meses sufrió un descompensación, por lo que su madre comenzó a pedir ayuda en forma desesperada.

Ante esta situación, el trabajador del volante, sin dudarlo, pidió disculpas y permiso a los pasajeros y se salió del recorrido para llegar a toda marcha hasta el hospital Delicia Concepción Masvernat, donde la bebita fue atendida.

“El colectivero no dudó ni un segundo, si hubiésemos esperado a la ambulancia la nena tal vez se moría, gracias a Dios le salvó la vida”, dijeron a EL SOL en el hospital.