Agrandar imagen Varios clientes consideraron desmedidos algunos aumentos
Varios clientes consideraron desmedidos algunos aumentos
En rigor, durante toda la primera mitad del cronograma de los desfiles se fueron dando aumentos en la carta con el menú de opciones. Los cuales podían interpretarse como remarcaciones similares a las que se ven en cualquier comercio y local gastronómico.

Sin embargo, desde el sábado 3 de febrero a la noche de este sábado 10 de febrero, se vieron incrementos que llamaron la atención a los que son habituales ocupantes de las mesas del denominado sector VIP del corsódromo.

Para ejemplificar los planteos, fueron enviadas a Diario Río Uruguay dos fotos comparativas con la carta de precios, la primera de hace una semana, donde la botella de vino blanco -variedad “cosecha tardía”- estaba a un precio de $ 5.000, pero para el comienzo de este fin de semana de carnaval fue aumentada a $ 9.000, casi duplicando su valor.
Si bien se contempla que es un precio de un espacio gastronómico y no de un comercio, se trata de un costo final que multiplica varias veces el precio del producto adquirido en otras vías y es casi el doble de solo hace 7 días.
Caso similar fue el de la botella de agua sin gas en su presentación de medio litro, que pasó de un precio de $1.300 -al que estaba hace una semana- a una remarcación que la dejó en $ 2.000.

Otras consumiciones que tuvieron una remarcación fueron el grupo tragos en base a Fernet, Gancia o Gin, los cuales pasaron en solo 7 días de $ 3.500 a $ 5.000.

Por último, aunque en menor proporción, volvieron a remarcarse los precios de los alimentos, citándose como ejemplo el plato especial para celíacos (ensalada) que pasó de $ 4.000 a $ 5.000. También hubo aumento para el rubro pizzas, donde la muzarella pasó de $ 5.000 a $ 6.000.

Este medio trasladó el planteo a autoridades del Ente Permanente de Carnaval, quienes anticiparon que el tema iba a ser tratado con las personas que fueron adjudicadas con el servicio de cantina, para escuchar sus argumentos. Más allá que, según apuntaron, entre las cláusulas del contrato de concesión figura que cualquier modificación de precios debería ser previamente comunicada al propio ente.