
Por otra parte, el problema del abastecimiento regular también se ve afectado por las dificultades que tienen los transportistas. Kobrinsky afirmó que esto también colabora para que "los productos no esten llegando con la frecuencia que lo hacían”, ya que "movilizarse en este contexto de cuarentena es más difícil por los controles, las paradas, lo que encarece mucho el costo logístico”, mencionó la empresaria.
La falta de abastecimiento de productos en los supermercados es una realidad, pero según las palabras de Kobrinsky, “tampoco es algo que en general va a notar un cliente viniendo a comprar, no es que hay huecos en las góndolas”.
Productos más consumidos
Por otro lado, la escasez del stock también está directamente vinculada con la situación que supone el aislamiento social y la condición de que la gente se mantenga dentro de sus hogares. Este contexto “disparó un consumo no previsto que se puede notar en algunos productos de pastelería, como polvo de hornear y levadura”.Además, otro producto se destacó por la repentina demanda fue el de las galletitas saladas, lo que se evidencia en la disminución "del surtido de marcas que teníamos, eso sí se puede notar”.