En diálogo con Diario Río Uruguay, Camejo describió la situación es conocida en el Sindicato a raíz de la advertencia realizada por el esposo de una mujer que estaba trabajando en la finca San Valentín en zona de Calabacilla. “Los inspectores del Ministerio de Trabajo junto a personal del sindicato se hacen presentes y se encuentran con un portón cerrado con un candado”, contó el representante de los trabajadores de la fruta. Luego, “sale la dueña del lugar diciéndoles que ahí no había arándanos y que no había gente trabajando porque estaba la casa y alrededor era sólo montes de eucaliptus”, señaló.

Mientras tanto, “desde adentro de ese lugar le estaban mandando mensajes a uno de los integrantes del sindicato que le decían que estaban y  que no los dejaban salir o si salían que lo hagan por el monte”, continuó relatando Camejo.

Al tomar conocimiento de la situación el secretario General del Sindicato de la Fruta se acercó personalmente al lugar.  “Para todo esto había 8 mujeres que se quedaron y eran un total de 15 u 20, pero algunos se habían ido porque estaban amenazados por la dueña que les decía que iban a quedar sin trabajo. Además psicológicamente los trataban muy mal”, dijo Camejo.

Una vez allí, el gremialista contó que  “hablé con la propietaria y eran todos insultos hacia las mujeres diciéndoles  ¿porque le hacían eso?, entonces ellas le decían que no tenían baño, ni agua y que las maltrataba”. Pero la propietaria se excusaba diciendo que tenían el baño de su casa, a lo que Camejo le señaló que “tienen que a travesar  unos 500 para usarlo, y ahí me empezó a insultar a mi también”.

Momentos después “se hace presente el propietario de apellido Vázquez, y le digo porqué tenia a la gente en esta situación, entonces me dice que es un productor chiquito que tiene pocas hectáreas”. De todas formas, “eso no le da derecho a tener a la gente sin baño, sin higiene yendo hacer sus necedades al monte”, aseveró el representante de los trabajadores.

Entre lo que sorprendió a los inspectores del sindicato es que “había una chica de 15 años, otra de 17 años y una de 12 años, aunque se fue y no pudimos dar con ella. Llame al COPNAF quien se hizo presente junto con al gente del Ministerio de Trabajo de la Provincia y se hicieron las actuaciones que corresponden”, comentó Camejo.

Por otro lado, el Secretario General del Sindicato de la Fruta indicó que “además de menores, estaban todos en negro y la señora me decían que fueron uno de los primeros que trajeron el arándano a la región, y la chica de 17 años desde los 11 años trabajaba allí y que otra mujer que hacia diez años que trabajaba para ellos”, pero “otra de las sorpresas fue que el propietario del lugar trabaja en tribunales”.

Al respecto, Camejo dijo enterarse “cuando hablaba con una de estas mujeres que me decía que tenían miedo y que esto va a quedar así no más porque él (propietario) trabaja en tribunales y esto siempre es así”. Ante esta situación “desde los organismos tratamos de contener a la chica y le llevamos la tranquilidad de que desde el Ministerio de Trabajo de la Provincia iba a hacer la denuncia penal”, agregó el entrevistado.

Por último, Camejo contó que "la propietaria nos dijo 'pagaremos la multa pero ellas se quedan sin trabajo', y nos insultó a todos”.