
Uno de los consultados fue el dueño de carnicería “El Águila”, Ramón Oliveri, quién explicó a nuestro medio que antes de la cuarentena “se sentía como que iba a haber un movimiento de los precios”, que acabó dándose “hace un par de días”. Precisamente, se trató de un aumento “de $10 en el kilo de la media res que compramos”. Sin embargo, destacó que por su parte, "no lo trasladé a mi negocio por todo este problema del aislamiento” que pasa el país.
Frente a esta situación, el empresario del sector manifestó la dificultad que presenta “cargar los animales y conseguir los permisos necesarios para trasladarlos hasta la ciudad” y por eso, “se ven los casos de propietarios que hacen valer su hacienda”.
Además, Oliveri manifestó que las ventas se vieron directamente afectadas por la escasez del consumo. Generalmente “a nuestra carnicería vienen a comprar muchas personas de Federación, porque allá no hay carnicerías grandes donde se puedan comprar más de 20 kilos de nalga, por ejemplo, entonces toda esa gente no puede venir y, de esta manera, no hay tanto consumo” comentó y afirmó que “obviamente la baja se nota”.
Actualmente, en un mediodía “cubrimos todas las necesidades de la gente” y de “10 empleados que yo tengo, únicamente hay trabajo para 5” de ellos.
Por eso “me animaría a decir que las ventas cayeron más del 50%” y a esto lo influenció en gran parte “que la gente no se pueda juntar a comer como antes”, concluyó.
Por otro lado, Maximiliano Fernández, de Maxi Carnicerías, mencionó que las carnes “sufrieron un aumento progresivo del 8%” durante la semana pasada y destacó que se encuentran “medios complicados en cuanto al tema de las ventas”.
En este marco, Maximiliano mencionó que, a pesar de que “podamos trabajar porque vendemos productos de primera necesidad, notamos que se han resentido mucho las ventas". Sobre todo en el caso de la mercadería destinada a las típicas juntadas, como el asado, "que pasó a venderse entre un 20% o un 25% de lo que se vendía antes” determinó.