
El procedimiento se originó por el llamado de vecinos del denominado barrio termal, donde se advertía sobre una concurrida fiesta en el predio del mencionado club. Cuando los inspectores llegan al lugar son recibidos por la joven que celebraba su cumpleaños, quien intentó minimizar el hecho afirmando que no eran más de 20 personas, pero esto fue desestimado por los inspectores, quienes labraron un acta en la que contabilizaron 52 vehículos estacionados en el lugar y unas aproximadamente 150 personas.
