En tanto, Cresto explicó que la medida se debe a que “el Puente de Salto Grande no es un puente comercial; está habilitado para el paso de auto en una comunicación social, educativa, turística y vecinal por la cual no se cobra el peaje”. Sin embargo “al no cobrarse pasaban por aquí 200 camiones por día, es decir, un total de mil por mes perjudicando directamente a la construcción de la represa”.
Con respecto al monto que debe abonarse, el presidente de la Delegación Argentina de CTM indicó que “se cobra de acuerdo a la cantidad de ejes que tiene el camión”. En tanto que como contra prestación “se está trabajando en la construcción de vestuarios, sanitarios y duchas para los camioneros que hacen la espera aquí, con el fin de que puedan tener las comodidades para comer, ducharse y descansar hasta que su camión pase”.
Para finalizar, Cresto remarcó que la medida “no percibe un fin recaudatorio, ya que con ello no se intenta generar recursos, sino que tiene como objetivo distribuir la circulación de carga entre los tres puentes”.