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Desde el año de 1998 y en homenaje a Santiago “El Chúcaro” Ayala, se declaró que el 13 de septiembre será conmemorado como el Día del Bailarín Folklórico.
“El Chúcaro” fue un bailarín y coreógrafo argentino especializado en este tipo de danzas que fue reconocido internacionalmente y, entre otras cosas, fundó el Ballet Folklórico Nacional junto a su compañera Norma Viola.

En una fecha tan cara, el bailarín y director de “Alas de mi patria”, Daniel Bogado, reconoció a Diario Río Uruguay que en el marco de la pandemia y las diferentes restricciones preventivas “fuimos los primeros a los que se les cerró el paso y uno de los últimos a los que se les está abriendo las puertas, en ciertas partes”.

En base a esto, explicó que “el folklore es la combinación del varón y la mujer”, por lo que el distanciamiento social obstaculizó el desarrollo de las actividades de este tipo, teniendo en cuenta que “es muy difícil dar una clase en donde -los bailarines- estén muy separados, porque en algún momento siempre hay contacto o una cercanía”.

Sin embargo, desde su grupo “tratamos de mantener al chico que quiere hacer algo, porque Alas de mi patria es una escuela”. A modo de ejemplo, Daniel mencionó que en el ballet “hay una división por edades y en las circunstancias de la pandemia, tanto los más chicos como los más grandes fueron los que estuvieron continuamente haciendo actividades”, siendo el grupo de los jóvenes más grandes quienes “recién están queriendo volver”.

A lo largo de estos meses “tratamos de hacer otro tipo de actividades, se buscaron estructuras y vestuarios a través de un estudio de Concordia hasta 1900, con los que se grabó en distintas zonas”, incluso realizaron “la grabación de una chamarrita en un lugar típico de la ciudad como San Carlos”, mencionó.

Por lo pronto, “estamos queriendo volver, pero es muy difícil, porque los reglamentos que hay no pegan con lo que enseña el folklore” remarcó Daniel y precisó que “el que baila salsa baila solo, el que baila jazz baila solo, pero el que baila folklore no lo puede hacer”, por lo que “habrá que retirarse o reprogramar” dado que la situación resulta “imposible”.

Dicho esto, valoró que este 13 de septiembre “se recuerda la muerte de El Chúcaro, que fue quien siempre dijo que la raíz del folklore está en la conquista del varón sobre la mujer” y consideró que “en esa base ya está todo dicho, que es imposible hacerlo de otra forma”.
El futuro del bailarín
En cuanto al porvenir de aquellos que se dedican a la danza, Daniel detalló: “yo soy profe de educación física y, en una oportunidad de mi vida, tuve que plantearme si seguía con la cultura o si seguía con la docencia, pero aposté a que la cultura iba a cambiar y que la danza folklórica como raíz de Entre Ríos sería el crecimiento de nuestra Concordia”.

Fue entonces cuando “vi que esto iba a crecer” y “no es que elegí mal, sino que no tuve la oportunidad de decir que esto va a ser mi futuro” a pesar de que “cada vez tengo más ganas de hacer cosas”, porque “cada vez es más difícil, no hay dónde presentarse y si querés preparar un cuadro tenes que hacer tu autoproducción, ya no es solamente preparar al chico, sino que tenes que ver también el lugar y la promoción de la gente que te acompaña”, consideró.

Debido a esto, mencionó que “más de una vez me han dicho ¿y ahora qué hacemos?” teniendo en cuenta que el país “tiene tres eventos grandes: Cosquín, Laborde y Carlos Paz, lugares a donde van miles de personas y ya han largado su propuesta”. Sin embargo, en Entre Ríos “hay un solo evento que largó su preselección acá, entonces ya vamos con que la provincia está culturalmente golpeada en el folklore”, puntualizó.
La pasión por la danza
Por último, Daniel se dirigió a todos aquellos que aún siguen eligiendo el camino de la danza folklórica y expresó que “esto es una continuidad, un deseo” y “mi anhelo más grande es que esto no quede en algunos talleres, sino que en algún momento esté como base en las escuelas”.

En base a esto, ejemplificó que “nosotros estamos trabajando en una escuela en la que los chicos, cada vez que nos ven, quieren seguir”, lo que quiere decir que “no es que no les gusta, sino que no se conoce” la danza.

Actualmente, en Argentina “hay una ley que ya está promulgada, en la que se implementa a la danza folklórica en los currículos de las escuelas, pero Entre Ríos todavía no se sumó a esa idea” como en el caso de “Santa Fe y Corrientes, que ya forman parte”, finalizó.