Irigoyen detalló que “en todo lo referente a la corriente del Niño usamos información externa. Está demostrado que el fenómeno del Niño o la Niña (que es el caso contrario) afecta a varias regiones del mundo; entre ellas el sudoeste de Sudamérica, lógicamente a la cuenca del río Uruguay”.

A la hora de ilustrar de dónde se recogen los datos, el profesional contó que “a través de una serie de boyas que hay en el Océano Pacífico se sigue la temperatura del mar. Lógicamente, por el impacto que ocurre cuando la temperatura del mar sube sobre los valores medios lo que se experimenta actualmente es que estamos con una temperatura bastante alta y los pronósticos de los más importantes centros climáticos del mundo detallan que para ésta primavera vamos a tener un “Niño” intenso. Generalmente, “Niños” de esta magnitud están asociados a precipitaciones intensas en nuestra región”.

Según esas mismas estimaciones, el fenómeno tiene un 100% de probabilidades en la actual primavera, con un 60 o 70% de chances de tener precipitaciones por encima del nivel normal.

“Hasta hace quince días el último dato que se tenía es que era un formato muy parecido a lo que fue el Niño de 1997- 1998. Donde tuvimos al río Uruguay con una seguidilla de crecientes muy grandes en octubre, noviembre, diciembre. Y  enero y marzo, ya del año 1998”, precisó Irigoyen.

Y agregó: “Eso nos sirve para estar en alerta, para que estemos atentos y hagamos un seguimiento fino. Hemos citado a emergencia de Defensa Civil, Emergencia de la Provincia, además les hemos mencionado a los municipios se prepararen para el tipo de contingencia que pueda ocurrir”.


Irigoyen entiende que lo prudente, en la actualidad, es esperar. “En este momento, por ejemplo, no estamos en una creciente; lo que ocurrió en esta semana (por la anterior) es una operación especial que hicimos porque se está reparando en el enrocado de piedras (de la represa); por lo que se bajó el embalse. Ahora, por lo que se planificó, ya se está bajando el rio y volviendo a los siete metros”, aseveró.

Por último y consultado acerca si la situación que experimentó el río Uruguay en Concordia en los años 2009-2010 puede encuadrarse en el mismo fenómeno, el profesional fue categórico: “No”.

“Eso fue una situación alta. El Niño es un indicador importante pero las temperaturas del mar no es el único elemento que juega a nivel climático, no es solo el Pacifico sino también juega la temperatura del Océano Atlántico, los vientos, los campos de presión. En fin, hay una serie de componentes dado que la atmosfera es extremadamente compleja. Hasta ahora lo que se sabe que con los “Niños” intensos tenemos altas probabilidades de tener precipitaciones por encima de  lo normal; y cuando el océano esta frío tenemos bajas precipitaciones”, argumentó.