
Al respecto, Arias destacó que “no solamente comete el delito quien hace el certificado apócrifo, sino que también lo comete quien lo usa”, motivo por el cual “todas aquellas personas que se vacunaron de esta manera son pasibles de una imputación”, ponderó.
En este caso, el delito correspondiente es “falsificación de documentos para quien lo hace y uso de documentos falsos para quien lo presente”. Además, detalló que “hay varios certificados presentados con la firma de este médico y ahora estamos en la etapa de selección, tratando de revisar junto al doctor a quién le dio certificado y a quién no”.
Cabe destacar que el profesional de la salud involucrado denunció que sus certificados fueron robados, por lo que “si le falsificaron la firma, el médico no tiene responsabilidad de esto, dado que es víctima” del delito, determinó Arias.