El merendero “Manitos de Colores”, está ubicado en calles Alberto Lezcano y Los Cañaverales de la localidad Osvaldo Magnasco. A diario concurren entre 70 y 80 chicos, de 3 a 15 años, para compartir un almuerzo, una merienda o una cena.

En comunicación con Diario Río Uruguay, Franco Bollini, un integrante del grupo de personas que colabora para que este merendero funcione, comentó que “estamos llevando adelante una campaña, nombrada como ‘Un techo para los Chicos’, que consiste en la venta de bonos contribución -a 50 pesos cada uno- destinados a la adquisición del resto de los materiales que nos faltan para hacer un piso de cemento en el patio de César” el encargado del comedor, que prestó su casa para que el merendero funcione, “y levantar un techo para que los chicos puedan estar más resguardados, en un ambiente más cálido y con mejores instalaciones en épocas invernales y días de lluvia”.

Este bono puede ser adquirido contactando tanto a Franco como a Luca Nogues. “Pueden comunicarse a mí número 3454142953 o nos pueden ubicar en las redes sociales y arreglamos el encuentro, yo puedo ir a sus domicilios o se pueden acercar”.

Vale destacar que “por la solidaridad de varias personas de aquí de Concordia, conseguimos 6 premios para sortear así la gente pueda tener una devolución para los que colaboran. Sabemos que es una situación difícil y queremos que sean retribuidos” comentó Franco.
Premios
- Camiseta del Club Estudiantes firmada por los jugadores.

- Camiseta de Federico Marín de la Unión de Formosa.

- Camiseta de Nicolás Gianella de LNB.

- Una camiseta del local Numeral 35.

- Cena para 2 personas en Pizzería Giardino.

- Cena para 2 personas en Pizzería Clapton.

El sorteo se realizará el jueves 30 de mayo.
Las “Manitos de Colores” de César
El merendero surgió en el patio de César, un voluntario vecino que cedió su patio para preparar el almuerzo y la merienda para los chicos de Osvaldo Magnasco. A principios de este año, un grupo de gente se sumó a la iniciativa de César y actualmente colabora para mejorar día a día la experiencia de los chicos que concurren a este lugar.

Sobre su experiencia, un representante de este grupo, Franco Bollini, comentó que “desde que arrancamos a ir y los conocimos hasta ahora, el lugar cambió bastante”. De lunes a viernes alrededor de 80 chicos de 3 a 15 años visitan el merendero para compartir un almuerzo o una merienda. Durante los fines de semana, “Manitos de Colores” también es visitado por familiares de los chicos, doblando así el número de personas que comparten el lugar.
Comienzos
Sobre los comienzos de esta iniciativa destacó que “cuando fuimos, en febrero, los chicos estaban sentados en el piso merendando, porque no había bancos y mesas para todos, y César a un costado, con leña, calentando la leche y dándoles lo poco que tenía de comida”. A medida que fueron pasando los días, Franco y su equipo realizaron una serie de campañas en las que recolectaron y recibieron donaciones de alimentos, César recibió ayuda de un aserradero cercano y pudo adquirir más mesas y sillas. Luego de este primer paso en conjunto, subrayó que pudieron ver “cómo fue cambiando todo”.

El grupo de colaboradores está conformado, además de Franco y César, por Lucas Nogues, Jorgelina Telayna, Romina Casañas, Vito Bollini y un reconocido deportista local, ex jugador de Estudiantes, Federico Marín.

Franco remarcó que, “lo que nunca cambió fue la voluntad de los chicos para recibir ayuda y para colaborar en las ganas de mejorar. A pesar de que él está desempleado, se desvive por alimentar a los chicos todos los días. Es gracias a su voluntad de querer seguir adelante con las tareas del merendero que se nos facilitó a nosotros el poder llevar a cabo todo lo que estamos haciendo”.

Recordó que los chicos del barrio “desde el día uno, sin conocernos y con una sonrisa nos esperaron, de ahí en adelante cada vez fueron más cariñosos y curiosos por cuando volveríamos a ir, pidiendo que nos quedemos, invitándonos a sus fiestas de cumpleaños”.

Consideró que han “podido mejorar bastante la calidad de vida de ellos, pero todavía hay un montón de cosas por hacer y es por eso que estamos con esta campaña de techar el merendero, porque es muy fuerte ver como los días de lluvia están arrinconados en una esquina dentro del hogar de César, que es muy humilde y muy precario, para no mojarse y recibir la merienda en grupitos”.
Colaboraciones
Desde sus capacidades propias, comentó Franco cada integrante del grupo “tira redes por donde puede, mueve sus contactos, conocidos, amigos, amigos de amigos, contando la situación, lo que estamos haciendo y pidiendo una mano de lo que sea”. Actualmente están pidiendo colaboración mediante un bono, del que se sortearán una serie de premios para brindar una devolución a todos los participantes, pero siempre “pedimos alimentos, aceptamos ropa, aceptamos donaciones de dinero”. Contó que han entregado “cartas de presentación y solicitudes a empresas de la región como Dos Hermanos y Doña Pupa, que han tenido mucha predisposición para ayudar”.

Franco expresó que “es más que reconfortante ver cómo la gente, por más que cueste o no esté en buenas condiciones, se presta y quiere ayudar al que está peor que uno, y eso es una sensación que por dentro me llena de orgullo y me hace sentir bien porque creo que las acciones buenas se contagian”.
Necesidades
Además de la búsqueda que están llevando a cabo para cerrar el techo del merendero, sobran las necesidades para mejorar la situación del lugar. “Si me pongo a enumerar lo que falta, puedo estar todo el día”. Con ayuda, han podido conseguir una cocina, una heladera para que no se echaran a perder los alimentos, utensilios de cocina y alimentos en general. “Conseguimos que el municipio empiece a brindarle, de a poco, aportes mensuales de bonos para canjear por comida, porque el merendero no tiene la personería jurídica, no están registrados en la provincia como un comedor, por eso el estado no les da nada”. Como idea principal del grupo, aparte del cerramiento del lugar, es “avanzar con el tema de la personería jurídica para que reciban una ayuda mensual del estado como gran parte de los comedores registrados para que César no tenga que arreglárselas solo con changas afín de darle de comer a los chicos”.

En cuanto a las donaciones, comentó que “siempre está la necesidad de ropa para la gente del barrio en invierno, para el día del niño seguramente haremos una campaña de recolección de juguetes y demás, obviamente, el alimento es siempre bienvenido, en el momento que sea, cómo sea y la cantidad que sea, poco, mucho porque es mucha gente la que concurre a este lugar”, concluyó Bollini.