Su estampa era imponente alto, panzón, anunciaba el tradicional “Gordo de Navidad” de la reconocida Agencia Ojeda, era la sensación de los chicos de antaño que lo seguían. El "gordo" iba con su cigarro en la boca saludaba a los chicos con una inclinación del cuerpo. 

Según los integrantes de la familia Ojeda la idea de la publicidad fue del periodista Victorino Simón, la cabeza y las manos fueron compradas en Buenos Aires y el armazón fue construido en la escuela de Arte y Oficio, al traje lo confeccionó el sastre de moda del momento de apellido Hurtado, siempre fue acompañado por propalación “Cóndor”.

Cuentan que el primero que salió dentro del muñeco fue un señor de apellido Montiel, el gordo solo bailaba chamamé, recuerdan. Salió por primera vez en diciembre de 1941, todos los años el Gordo de Navidad estaba presente, hasta que en diciembre de 1976 la publicidad fue prohibida por un capricho de la dictadura militar que lo consideraba “molesto y demasiado bullicioso”.

Esta tradición se perdió y el muñeco sufrió el deterioro del paso del tiempo hasta que fue restaurado por el municipio, con el objetivo de recuperar nuestras costumbres que se creían perdidas.

La imagen volvió del pasado para quedarse,  para que los abuelos les cuenten a sus nietos como era la Concordia del pasado y lo importante que es rescatar nuestra memoria. Invitamos a todos a verlo y a recordarlo en la Feria Retro que se presenta este fin de semana en su quinto año de exhibición de antigüedades. La cita es en el Pasaje de las Barracas, en Robinson y Carriego, de 10.30 a 20 horas.