
“Nos encuentra este año con una situación atípica, marcada por el necesario cuidado de la salud debido a la pandemia de COVID 19 que sigue vigente y nos exige a adoptar determinados protocolos para estar ante otras personas”, introduce el texto que remarca la necesidad de la institución de reinventarse en “las herramientas tecnológicas que nos ofrece la virtualidad”.
“Volviendo el tiempo atrás vemos que en estos 23 años las salas de exposición del Museo también se han renovado”, destaca el escrito y menciona que en la actualidad “son más amplias y hay mayor cantidad”, así como también “el mobiliario y recursos expositivos se han reemplazado por otros más adecuados y modernos”.
En retrospectiva, el escrito reflexiona que “desde aquel 1997 se comenzó a concretar la misión” por la que fue creada la institución, a través de la cual “organizamos capacitaciones para docentes interesados con especialistas y científicos; atendimos diariamente grupos escolares con visitas guiadas; realizamos exposiciones permanente; creamos juegos y actividades didácticas que continuaron empleándose y se ampliaron en la nueva sede, sirviendo inclusive como modelo en ámbitos escolares; creamos el anexo para personas ciegas y discapacitadas visuales llamado ‘El museo en nuestras manos’, que luego transformamos en programa; llevamos exposiciones itinerantes a diferentes espacios; entre varias actividades más”.
Por último, valoraron que “la reciente entrega del inmueble de calle Rivadavia 456 y Carriego abre nuevas perspectivas de crecimiento y consolidación de la función de la institución como referente regional”. Asimismo, agradecieron a “quienes de una u otra forma han colaborado para la creación y crecimiento del museo”.