“Hace 40 años que planto zapallos, pero nunca fue como este año”, señaló el hombre que vive sobre la colectora que lleva el nombre de Virgen del Carmen y que corre paralela a la avenida Presidente Perón.

En diálogo con un cronista de Diario Río Uruguay, el hombre que tiene su huerta al fondo de su casa, narró que en esta cosecha cortó zapallos de hasta 15 kilos, pero también “saqué muchos de 13 kilos y también de 10 kilos” de una variedad denominada “calabaza dulcera”, que según afirma “es especial para hacer dulce”.
Consultado sobre a qué atribuye el tamaño de los frutos, Bocha enumera “primero por la tierra, otra cosa fue el año con lluvias justas” y por último “el abono de pollo”, que saca de los corrales de sus gallinas ponedoras y sus pollos parrilleros. “Sin ningún químico”, subraya.

Bocha y Liliana plantan varias verduras para autoconsumo, pero cuando se dan cosechas extraordinarias como las de los zapallos, la mayor parte se vende, entre vecinos, conocidos y “gente que pasa por acá, los ven y paran para llevarse alguno”.