En este marco, los de 18 años representan un 26% de inscriptos, los de 19 un 22%, los de 20 un 17%, los de 21 un 14%, los de 22 un 10%, los de 23 un 7% y los de 24 un 4%. La tendencia, por lo tanto, es que los más jóvenes son los que mayormente se han interesado en el programa. “Esto marca que los chicos tienen intenciones de continuar con sus estudios y que esta prestación les va a permitir no tener que salir al mercado laboral directamente”, indicó el ministro de Desarrollo Social, Carlos Ramos.

El 30% de los 16.700 anotados inicialmente (unos 5.000), comenzarán a cobrar entre el 7 y el 15 de marzo. “Hay otro 30% al que todavía le falta inscribirse en la escuela”, dijo Ramos. Es por este motivo que de concretar el trámite, otros 5.000 comenzarán a cobrar el próximo mes.

El programa implica un ingreso de fondos en la economía de la provincia. “Los 5.000 que ya empiezan a cobrar representan casi 3 millones de pesos mensuales. Eso va al circuito económico interno que es una de las cuestiones principales que tiene el crecimiento nacional”, indicó este martes Ramos a El Diario de Paraná. El presupuesto total para este programa es de 11.200 millones de pesos.

El funcionario provincial está al frente de la Unidad Operativa creada por el gobernador, Sergio Urribarri, para la puesta en funcionamiento del Progresar en Entre Ríos. Ramos contó que el mandatario instó a que los 30.000 beneficiarios potenciales que hay en la provincia puedan inscribirse. Para eso fue necesario poner en marcha una red de trabajo que pueda cubrir todo el territorio. Por otra parte, la cifra es una aproximación del porcentaje de la población joven que se encuentra dentro de los parámetros requeridos para ser beneficiario del programa nacional de seguridad social.

El programa está destinado a los jóvenes entre 18 y 24 años que no perciban más de un salario mínimo vital y móvil (3.600 pesos). Tampoco ninguno de sus padres puede tener un ingreso superior a esa cifra. “Si bien en casos puntales esto puede ser injusto, hay que mirarlo en términos generales porque así se garantiza que los sectores más excluidos y vulnerables ingresen al sistema”, consideró el responsable de la Unidad Operativa. En caso de que el beneficiario esté casado o en concubinato, la información que se tiene en cuenta es la de la pareja y no ya la de los progenitores.

Para percibir regularmente los 600 pesos que estipula el Progresar, los beneficiarios deben acreditar la asistencia a un establecimiento educativo y una certificación de salud. En cuanto al requisito formativo, los jóvenes deben presentar cada tres meses una constancia de cursado. En el caso que asistan a la universidad, además tienen que aprobar un mínimo de materias.

El sistema está organizado de tal modo que del total de la prestación (600 pesos), mensualmente los titulares de la asistencia cobran un 80%. El 20% restante se retiene hasta el momento en que se presenta la prueba de que se estuvo cursando y aprobando las asignaturas.  

Fuente: El Diario de Paraná