En ese marco, el autor describió al libro “Sedición: 48 horas de caos en Concordia” como “una versión imperfecta, subjetiva, parcial y el adjetivo denotativo que le quieran poner pero es un aporte humilde para empezar hablar, como dice el Martin Fierro “que salgan otros a cantar”.
Bracco señaló que fue un trabajo contra reloj, ya que “más allá que lo hicimos en tiempo record, porque el juicio término el 8 de julio, se leyeron las condenas, el 15 de julio se conocieron los fundamentos del fallo y estábamos en plena feria. Terminó la feria y nosotros estábamos ya mandando a la imprenta el libro”.
La reconstrucción y recopilación que el libro presenta reúne “más de 100 testimonios, algunos de ellos contradictorios, otros desfasados, relatos, antecedentes y un pormenorizado análisis donde también se hace mención a las únicas tres víctimas que dejó este hecho”, precisó el periodista.
Con respecto a esto último, el autor destacó que “Eduardo López, Eduardo Cáceres y Claudio Matías Román son las identidades de esas víctimas y en el libro se trata de contar qué sueños tenían, cómo era su existencia diaria, qué expectativas tenían a futuro, qué gustos tenían, cómo era su familia, etc. Porque habitualmente ocurre que las muertes de personas jóvenes y más si son pobres, forman parte de una estadística y pierden historicidad, por lo que no queríamos dejar que eso suceda”.
Para concluir, Bracco se refirió a la elección del título de la obra marcando que “cuando pensamos el título del libro no pensamos en otra cosa que no fuera sedición, porque sedición independientemente del proceso judicial, fue exactamente lo que había pasado, donde el sector de la policía se paró de manos frente el poder político y a las instituciones. Mientras que la bajada lleva como nombre “48 horas de caos en Concordia” y fue así pensada porque la palabra caos se opone al orden, a la armonía y fue claramente un caos lo que Concordia vivió”.