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A pesar de que el país se haya visto detenido por el aislamiento social que impulsó el COVID-19, las necesidades de realizar trámites y compras diarias no se vieron interrumpidos, y los motomandados incluso se vieron beneficiados.

El movimiento en las calles se vio considerablemente reducido, pero en el caso de las mensajerías se notó un gran incremento en la demanda diaria.

Al respecto, Carlos Tisocco, dueño de mensajería Juanca, destacó a Diario Río Uruguay que “en la situación que estamos viviendo no damos abasto, los teléfonos no dejan de sonar y, descolgándolos, manejamos unos 300 mandados” a diario, con un costo aproximado que parte de los $50 dentro de un radio específico.

Sin embargo, Tisocco resaltó que “lo que pasa, que nos está complicando, es el tema del permiso” único para circular. Hasta hace pocos días “estábamos circulando con el permiso de la provincia, pero a partir de esta semana habrá que tener el permiso nacional”. Afortunadamente, “nosotros logramos hacer 8 o 10 permisos” para continuar trabajando, pero notaron grandes dificultades a la hora de acceder a la página donde se tramitan, dado que en reiteradas ocasiones se vio colapsada.

Es este marco, Carlos comentó que “hay mucha gente que vive únicamente de esto y no tenemos un sueldo fijo” por lo que “tenemos que venir todos los días y todos los mandados que se generen, en base a la confianza que brinda nuestra empresa a los clientes, son los mandados que les tocan a los chicos”. De esta manera, reconoce que “trabajamos mucho por la gente grande que no puede salir de su domicilio, por los abuelos, les compramos las verduras, las frutas, los remedios, vamos al PAMI, al IOSPER, les hacemos todos los trámites”.

Por otro lado, frente a los distintos operativos de control que se desarrollan diariamente en la ciudad, han tenido diferentes experiencias. En algunos casos “nos han tocado operativos en los que nos permitían circular libremente con el permiso provincial”, a diferencia de otros casos “donde nos dijeron que no podíamos hacerlo e incluso tendrían que retenernos las motos”.

Carlos subrayó que a esto “lo veo injusto, porque uno anda con todo en regla, tarjeta verde, carnet, casco, barbijo, seguro, todo lo necesario y andamos trabajando, otra cosa no hacemos”.
Antes y después
Recordando días anteriores de que la emergencia sanitaria impulsara las medidas de aislamiento en la ciudad, desde su lugar, notaron un cambio considerable en la cantidad de trabajo. Hoy en día, comentó Tisocco, “se manejan unos 300 mandados” incluso “descolgando los teléfonos”.

Esto se debe a que “hay mucha gente que trabaja de manera sola y depende de la mensajería, este rubro no da abasto y dependen mucho de nuestro trabajo”. Sin embargo, continuó, “sabemos que nos tenemos que cuidar y les pedimos a los clientes que también nos cuiden a nosotros” porque, lamentablemente, “esta pandemia nos complica a todos”.