El árbitro marcaba el fin del partido que colocaba a la Selección Argentina en semifinales, dejando fuera de la Copa del Mundo a su rival Bélgica; y pocos minutos después la plaza 25 de Mayo y las calles principales de Concordia comenzarón a convocar a ciento de concordienses que teñían de celeste y blanco nuestra ciudad.
Caravanas con bocinas ininterrumpidas, banderas que flameaban al cielo, cánticos que salían desde el alma, cientos de personas que arribaban con alegría en sus rostros, llantos, gritos, emociones de las más diversas, sentimientos encontrados, edades múltiples y un punto geográfico de la ciudad que contagiaba de alegría.
Con el clima que pasó por todos sus estados, desde el frio y la lluvia, hasta el calor y el sol que por unos momentos también marcó presencia, Concordia impuso su alegría frente a este triunfo, que ilusiona a los argentinos con quedarse con la copa del Mundial 2014.