Con un dato revelador: en la mayoría de los casos las parejas de las víctimas son quienes están detrás de los asesinatos.
Entre Ríos ocupó en 2014 el quinto lugar por número de femicidios, detrás de Buenos Aires, Córdoba, Salta y Misiones, según las estadísticas oficiales que maneja La Casa del Encuentro.
Según Red de Alerta, entre 2011 y 2014 en la provincia se registraron 40 feminicidios, y otros 7 femicidios vinculados.
En todo el país, los femicidios dejaron en 2014 a 200 niños sin madre. Entre menores y mayores los huérfanos de la violencia de género trepan a 330.
En ese marco, Calveyra puso de relieve la negativa del Gobierno entrerriano para declarar la emergencia pública en violencia de género en la provincia.
Y puso de manifiesto el naufragio de distintas iniciativas que han quedado sólo en los anuncios, y a la vez reclamó la aplicación de medidas de protección a las mujeres. “Hay que tener en cuenta que muchos femicidios se producen por fallas institucionales: el caso de Carina Pérez, que en varias oportunidades fue a hacer la denuncia por violencia a la comisaría 5ª de Paraná, incluso fue hasta la Subsecretaría de la Mujer; o el caso de la mujer asesinada en la cárcel de Gualeguaychú. Además, en muchos casos los que las matan son sus esposos policías, y lo hacen con el arma reglamentaria”, apuntó.
En ese marco, reclamó la aplicación de “medidas urgentes” que podrían evitar muchas muertes de mujeres, como “las casas refugio, que nada tienen que ver con la casa de la mujer. No son lo mismo. Reconocemos que ante la nada, la casa de la mujer es algo. Pero las casas refugio son casas aisladas, el violento no tiene acceso ni conocimiento de donde están ubicadas”.
Pero además, reclamó la instrumentación de medidas que le permitan a la mujer reinsertarse en el mercado laboral, situación que no se soluciona, dijo, con subsidios, además de proveerles de una vivienda. “Reclamamos un subsidio para el alquiler durante 4 años, hasta que la mujer se reinserte en la vida social”, reclamó ante El Diario.
También, pidió que se instrumente en la provincia el botón antipánico, que es considerado “un avance a la hora de prevenir”. Y la generación de un observatorio sobre la violencia de la mujer. “Debemos tener en cuenta que los casos de violencia se han triplicado en la provincia desde 2012 a la fecha”, apuntó Calveyra.
