
María Delcia Blanc de Galeano, tal como se llamaba la mujer asesinada, nació en el Departamento Colón, descendiente de colonos inmigrantes de la Alta Saboya. Vivió en Hocker y en San Salvador junto a su familia de conocidos arroceros.
Era muy joven cuando la familia se estableció en Concordia donde formó su hogar, tuvo dos hijas, Paula y Manuela, hoy profesionales que le dieron sus nietos.
“Excelente profesional, simple, afectuosa, humana, capaz de comprender las necesidades de sus colegas y alumnos. Se destacó por su bondad, su facilidad para la empatía, siempre dispuesta a la ayuda a los demás… sin retaceos”, destacó Rey sobre su colega.
En sus comienzos, se desempeñó en San Salvador como docente de Filosofía y de Inglés, luego en el “Instituto Nuestra Señora de los Ángeles”, es decir el Colegio Capuchinos, además del Instituto de Profesorado “Concordia” y el Instituto “Hermano Septimio”, en distintas cátedras de su especialidad.