
Cuando estas personas salieron a la vereda, se percataron que el líquido inflamable provenía de un automóvil estacionado a pocos metros del llamado Mercado de Pulgas. La pérdida era tan importante que el líquido que corría por la cuneta norte -de calle Quintana- llegaba hasta la esquina de San Luis, a causa de la pendiente.

Lo llamativo de todo esto fue que. antes que aparecieran los bomberos, se hizo presente la pareja que se movilizaba en el automóvil, quienes a pesar de la advertencia que le hizo la policía, igualmente pusieron en marcha el rodado para tomar por calle Quintana y seguir hacia el norte por calle San Luis.

