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El comercio al que se le notificó formalmente la medida fue la sucursal concordiense de la empresa Diarco, que tiene su local sobre calle Laprida y Gregoria Pérez y que busca abrir una nueva boca de expendio en pleno centro de la ciudad.

En concreto, la inspección realizada por agentes municipales señalaron que la firma no tiene autorización provincial para la venta de productos a "minoristas", por lo que desde hace menos de una semana todas las compras deben ser a "bulto cerrado".