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Al respecto, Hereñú manifestó que “estamos todos tratando de entender la situación y ver cómo nos adaptamos al cambio drástico”. Por su parte, apuntó que “respeto que cada uno pueda ir de un modelo de obra pública con inversión del Estado a un modelo de transición privada si la mayoría del pueblo así lo eligió, pero creo que existe un punto en el medio”.

En tal sentido, la presidenta de la delegación mencionó que en Entre Ríos “hay muchísimas obras en ejecución, con trabajadores afectados. El corte drástico de los financiamientos haría que la obra pública provincial, por más que quisiera, no podría continuar en los ritmos planificados. Esto nos deja en un escenario de incertidumbre importante para todo el sector, tanto para los empresarios como para los trabajadores y para todos los proveedores”.
Las consecuencias económicas en la provincia
Hereñú explicó, en declaraciones a Radio Ciudadana de Concordia, que al cortarse la cadena de pago desaparece todo el movimiento económico que se genera alrededor de cada obra; “además de los beneficios que trae en si la obra que fue planificada, consensuada y votada por quienes son parte del gobierno”.

Respecto a Darío Schneider, quien asumirá al frente del Ministerio de Infraestructura y Servicio, la referente de la CAC expresó que “su situación es sumamente desafiante para la provincia. Ellos venían con la idea de continuar las obras en ejecución. Ahora la realidad deja en jaque a un gobierno provincial que sí cree en la obra pública, en el desarrollo de infraestructura para poder producir más en la provincia y en generar mejores servicios”.

Hereñú subrayó que la posición del gobierno nacional electo “deja a la provincia en una situación complicada en materia de obra pública”.

“Naturalmente hay que hacer una inversión por parte del Estado para que el privado pueda invertir. Cada vez que un gobierno abre una ruta o un camino se abre la posibilidad de que el inversor privado venga con un loteo, con edificios, con parques industriales”, sostuvo y agregó que “es importante entender esto para saber que la obra pública no es un gasto”.
Escenario a futuro
Con relación a la posibilidad de que sean los propios vecinos quienes salgan a buscar y financiar las obras para su barrio, Hereñú señaló que con la inflación que hay eso sería muy difícil. “No podríamos reunirnos para costear una obra bajo un sistema de consorcio. El tránsito a lograr esto llevaría muchos años porque primero tiene que estabilizarse la economía”.

Finalmente, Hereñú expresó que como sector hoy deben tener la cabeza fría, esperar que asuma el gobierno y que vean cómo se va a reformular la deuda que existe en obra pública. “Para esto tiene que haber una instancia de diálogo que aún no se ha generado. Hoy el panorama es oscuro, pero hay que esperar”, dijo.
Fuente: Valor Local