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A pocos días del comienzo de las clases en la provincia, la cartera de Salud recordó la necesidad de “completar los esquemas de vacunación y realizar los controles integrales, odontológicos y oftalmológicos en niñas y niños, para proteger y evitar enfermedades, sobre todo teniendo en cuenta que la cobertura de vacunas correspondientes al grupo de lactantes, ingreso escolar y adolescentes, descendió drásticamente durante la pandemia”.

Al respecto, destacaron que “mediante la vacunación se ha logrado erradicar enfermedades como la viruela, la poliomielitis o el sarampión que han dejado de tener incidencia en nuestro medio, así como se han prevenido también otros problemas de salud que son secuelas derivadas por estas enfermedades. La difteria y otras afecciones como la tos ferina, el tétanos, la hepatitis B, las meningitis meningocócicas, están siendo controladas a través de las campañas de vacunación y de concientización”.

En base a esto, reconocieron que “si bien las vacunas constituyen un derecho, también todas las personas tenemos la responsabilidad sobre la aplicación de las dosis correspondientes para eliminar enfermedades prevenibles. Por esto, desde la cartera sanitaria provincial se recuerda la importancia de cumplir con los esquemas previstos y obligatorios ante el inminente inicio de clases”.
Control previo al ingreso escolar
El inicio de cada ciclo lectivo es una gran oportunidad para realizar todos los controles y detectar tempranamente afecciones. Para eso es importante verificar que se hayan aplicado las vacunas indicadas en niñas y niños de acuerdo a la edad.

Especialistas destacan que estas dos herramientas son estrategias sumamente efectivas, que logran evitar enfermedades muy graves, no solo en quienes reciben las vacunas, sino también en todo el grupo de contacto.

Debido a esto, desde la cartera repasaron el esquema completo de vacunas en niñas y niños:

“Desde el momento de la gestación ya es fundamental recibir las vacunas indicadas para este período, la triple bacteriana acelular, la hepatitis B y la de la gripe, ya que a través de la placenta y luego mediante la lactancia, se transfieren anticuerpos al recién nacido.

Al momento del nacimiento, y antes de salir del centro hospitalario, las y los recién nacidos deben recibir la BCG – o dentro de los 7 días del nacimiento- mientras que la de hepatitis B, debe ser aplicada antes de las 12 horas de vida.

Antes del año las vacunas a aplicar son la de rotavirus, a los 2 y 4 meses; la de meningococo, a los 3 y 5 meses; la quíntuple, a los 2, 4 y 6 meses; la vacuna de la gripe a partir de los 6 meses, la IPV, a los 2, 4 y 6 meses; la de neumococo conjugada, a los 2, 4 y a los 12 meses; la triple viral a los 12 meses al igual que la de la hepatitis A, a los 12 meses.

Antes de los dos años corresponde el refuerzo de la quíntuple a los 18 meses; varicela a los 15 meses; meningococo a los 15 meses.

Al ingreso escolar, a los 5 años o 6 años, las dosis correspondientes a varicela, IPV, triple viral y triple bacteriana celular.

Y a los 11 años, la triple bacteriana acelular, meningococo, VPH – única dosis-, triple viral y hepatitis B”.