En cuanto a la festividad, señalaron que "uno de los momentos más esperados de la jornada fue el emocionante sorteo de diez bicicletas. El ambiente se impregnó de expectativa y emoción mientras los nombres de los posibles ganadores resonaban por los altavoces. Los niños, con la mirada llena de ilusión, cruzaban los dedos y esperaban ansiosos para saber si serían los afortunados portadores de una de estas increíbles bicicletas".
Los organizadores, conscientes del valor que tiene para un niño recibir una bicicleta, cuidaron cada detalle del sorteo. "Se contrató un notario público (escribano), que garantizó la transparencia del proceso, y asegurando que todos tuvieran las mismas oportunidades de ganar", remarcaron.
De esta manera, consideraron que "esta iniciativa generó confianza y entusiasmo entre las familias presentes, quienes celebraban la iniciativa que brindaba igualdad de oportunidades a todos los participantes".
"Cuando llegó el momento esperado, el escenario se llenó de emoción al conocer a los diez afortunados ganadores. Los aplausos y vítores retumbaron en la plaza mientras los niños, con una sonrisa que iluminaba su rostro, se acercaban para recibir su premio. La alegría de los ganadores fue contagiosa, y el espíritu festivo se hizo aún más vibrante", acotaron.
