
Ante esta situación, Bruno Sancristóbal, señaló a diario CAMBIO que espera la situación se revierta de lo contrario se verá obligado a cancelar el servicio porque no es redituable.
Vale recordar que en 2022, Bruno Sancristobal -su propietario- comenzó con la idea de retomar un viejo legado familiar que eran los viajes en lancha que unían a Salto con la vecina ciudad de Concordia. Para eso, debía invertir una suma de dinero importante no solo para poner la embarcación en condiciones, sino para cumplir con todas las exigencias que solicita el MTOP y la ANP para navegar.
En 2023 se embarco en la iniciativa de reactivar el servicio y comienza con la solicitud de préstamos y la hipoteca de una propiedad de su familia.
El costo de la restauración de la lancha, sumado a las exigencias de la ANP (permisos, chalecos, luces), habilitaciones, depósito y la apertura de la empresa le generaron hasta el momento una deuda de 80 mil dólares.
A esto se le sumó la avería que tuvo el motor cuando enganchó en el canal de navegación redes de pesca que le generaron 10 mil dólares de reparación. “Yo no pretendo ganar dinero, lo hice por un legado de familia y porque Salto necesitaba de un servicio de esta naturaleza”, dijo.
Bajo nivel de pasajeros
Sancristóbal dijo que al subir los precios en Concordia, la gente ya no viaja como antes y al servicio viajan solamente unas 10 personas y a veces menos. En este sentido, se redujeron las frecuencias debido al bajo interés y se espera que la situación mejore ya que de lo contrario se verá obligado a cancelar el servicio. La operatividad de la embarcación tiene su costo y el número de pasaje diario no equilibra los gastos.