
Pidió a los fieles que envíen una fotografía que podía ser solo, en familia o de un ser querido con problemas de salud y luego las colocó en los bancos donde tradicionalmente se sientan los feligreses para escuchar la misa.
De esta manera, el cura párroco Jorge Víctor Charreun desarrolló lo que denominaron “una misa distinta, con un público distinto”, ante la emergencia sanitaria; que respetó la obligatoriedad de quedarse en casa pero sin perder la fe.