Vivimos instancias desafiantes, momentos en los que se demanda más que nunca el encuentro dentro de la coalición política que conformamos con el objetivo de arribar a una síntesis que nos permita fortalecernos para poder cumplir el compromiso social que asumimos en diciembre de 2019.

La reconstrucción de la Argentina debe ser nuestro horizonte. Y en ese horizonte deben encontrar solución las diferencias que respetuosa y responsablemente podamos manifestar desde los distintos espacios políticos que integramos.

Necesitamos concentrar toda nuestra energía en la construcción colectiva de la mejor salida frente a la crisis nefasta, innecesaria y de efectos despiadados que nos legó el gobierno de Mauricio Macri, cuyo objetivo fue la implementación de un modelo económico y social injusto y regresivo. Y no debemos olvidar, fuerza es recordarlo, que a fin de promover  la penetración de dicho modelo en las provincias contó entre sus principales colaboradores al ex ministro del interior y actual diputado nacional Rogelio Frigerio.

Afrontamos el desafío de una deuda externa descomunal, la más cuantiosa que haya sido contraída con el FMI, y que benefició a un grupo de capitales especulativos voraces causando un gran perjuicio al pueblo argentino, que vio desintegradas las bases económicas que permitían su sostenible recuperación y desarrollo.

Atravesamos la pandemia sin abandonar al pueblo a su suerte, asistiendo económicamente a los sectores más golpeados y fortaleciendo el sistema de salud para cuidar la vida de las y los argentinos.

En Entre Ríos nuestro gobierno provincial se mostró a la altura de circunstancias tan difíciles poniendo al alcance de las y los entrerrianos la salud pública como nunca antes, asumiendo una administración responsable que permitió garantizar la tranquilidad social.

Se comienzan a ver signos de recuperación después de semejante coyuntura, la de una economía desbaratada por el manejo irresponsable e indolente de la cosa pública por parte del gobierno de Cambiemos.

Se comienzan a ver signos de recuperación de la vida social y de la actividad económica luego de la etapa más terrible y amenazante de la pandemia.

Es tiempo de comenzar a ver los signos del fortalecimiento de nuestro gobierno nacional a partir de estas fortalezas que mencionamos y del diálogo respetuoso entre las distintas fuerzas que integramos la coalición.

La renuncia de un ministro de economía constituye un acontecimiento de gravedad institucional, económica  y política, y más allá de las motivaciones que la hayan determinado, nuestro objetivo debe ser la recuperación del país, y nuestra respuesta el pleno acompañamiento a Silvina Batakis para que pueda llevar adelante esta gran responsabilidad.

Decididamente es tiempo de promover el encuentro de las y los gobernadores de nuestro frente para trabajar en conjunto, con iniciativa e impronta propia, en las principales cuestiones que hacen al federalismo, y que implican el bienestar de los pueblos de nuestras provincias.

Nadie está de más, nadie es más importante, todas y todos somos necesarios en esta tarea que nos permitirá ayudar al pueblo argentino a alcanzar la tranquilidad, la confianza y la fuerza que necesita para salir adelante.