Ciudades del mundo donde se han instalado aeropuertos internacionales han crecido rápidamente. Sin embargo, crecer no es sinónimo de desarrollo. Tenemos que trabajar articuladamente todas las áreas para definir qué tipo de desarrollo queremos para nuestra ciudad y región.

Sabemos, claro, que poseemos recursos que otras regiones no poseen. Por enumerar algunas: termas, lago, agricultura, un centro industrial comercial importante, ubicación geográfica inmejorable en el epicentro del Mercosur y vías de comunicación excelentes con países integrantes.

A eso debemos sumar con orgullo nuestra hotelería y gastronomía, que apoyadas en su rica historia, han crecido con el impulso de los jóvenes que han regresado luego de su formación intelectual y profesional, para terminar desarrollando un sello con calidad y una estética de nivel nacional.

Sin dejar de mencionar la instalación y el funcionamiento de empresas e industrias como la propia represa de Salto Grande o la reconocida EGGER (ex MASISA), que mueven por su carácter internacional el turismo del “bisnes”.

Por todo ello, insisto en que la planificación es la base de todo trabajo serio y es necesario reforzar ese concepto en esta oportunidad única para la región.

De acuerdo al resultado de dicha planificación, podemos estar frente a un cambio coyuntural y cultural que traiga inversiones y así genere más y mejor calidad de trabajo genuino. Ya no solo para los habitantes de Concordia, sino también para otras ciudades vecinas, tanto de Argentina como de Uruguay.

Un ejemplo concreto de como repercutiría un aeropuerto de esta categoría, sería aprovechar de manera más asidua el flamante Centro de Convenciones, ya que muchos eventos se desvían hoy hacia otras ciudades que cuentan con la conectividad aérea para sus CEO. Es por eso que sin dudas, un aeropuerto internacional le daría otro “vuelo” al turismo de reuniones y de negocios.

Por todo lo enumerado es que lo que somos dirigentes, tanto de entidades intermedias como de organismos gubernamentales tenemos que trabajar en la misma sintonía y juntos entusiasmar al ciudadano común, para que entienda por qué decimos que estamos ante una oportunidad única.

En este contexto, me parece justo aprender del caso de la ciudad de Federación, una localidad que supo reconvertirse y renacer a través del turismo. Con el paso del tiempo consolidaron el concepto de una mina de oro a la que robustecen día a día. Aprovechando, justamente, la oportunidad que la circunstancia le ofreció a esta ciudad de la región de Salto Grande.

Es así que que ahora, la llegada del aeropuerto internacional puede ser una bisagra en la historia de nuestra región. Como lo fue en su momento la represa de Salto Grande o la mencionada consolidación del turismo.

Por eso, la pregunta que debemos responder con firmeza es: ¿Estamos preparados para desarrollarnos estando a la altura de este acontecimiento?
Confío en que si, en qué trabajando articuladamente y buscando los mejores profesionales para armar los mejores equipos, trabajaremos para ver crecer la región que nos merecemos y hace tanto anhelamos.

Debemos dejar de lado las mezquindades, las pequeñas divisiones y encolumnarnos todos, codo a codo, para alcanzar una región de oportunidades para todos, como ese sueño que tuvieron todos aquellos que nos precedieron y nos marcaron el camino.

Leandro Lapiduz. Presidente de la Asociación Hotelera y Gastronómica de Concordia y la Región de Salto Grande