Quien no escuchó a alguien alguna vez decir que las escuelas técnicas “son para varones”.

Como tantos otros accesos, el de la formación técnica ha estado prácticamente vedado al género femenino. Y esto ha sido por una - y solo una - razón: el estereotipo de rol asignado culturalmente.

Pero las cosas están cambiando en el mundo, y en Entre Ríos parece que se está escuchando el llamado de las mujeres en la ciencia y la técnica para revertir una tendencia estancada que cierra las puertas al género femenino en espacios tradicionalmente asociados a cuestiones masculinas.

Según cifras oficiales, en el 2019 el 33% de los alumnos en escuelas técnicas de la provincia son mujeres: del total de los 25.800, apenas 8500 son del género femenino.

En los últimos cuatro años la matricula ha estado prácticamente estancada y el crecimiento que hubo no refleja ningún avance hacia la paridad de género: en el 2015 las mujeres representaban el 31.79%, en 2016 32.39%, en 2017 32.92%, y en 2018 33.08%. Este aumento se replica en la presencia de varones.

El promedio de Entre Ríos es similar al de la media nacional: según el Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), a nivel país sobre un total de 661.451 alumnos de la modalidad sólo el 32,5% son mujeres.

¿Cómo disminuir la brecha, entonces?

El camino es uno solo: romper con la “cultura masculina” asociada a la formación técnica y desactivar los estereotipos de roles.

Las primeras cifras de informes oficiales lo dejan bien claro: las mujeres presentan igual desempeño que los varones en institutos técnicos e inclusive tienen un menor porcentaje de repitencia, tanto en el inicio de la secundaria como al final.

Pero hay más: las mujeres tienen una “terminalidad” (egreso) más alta que los varones y las egresadas de la técnica continúan formándose en estudios post secundarios en mayor proporción que los egresados varones. Sin embargo, ellas eligen carreras técnicas en un porcentaje menor que sus pares varones.

Es decir: en cuestión de formación técnica, no hace falta mucho más que generar políticas que rompan definitivamente con la mirada masculinizada que predomina en el área.

El primer paso en la provincia se dio en marzo de este año con la elaboración de un proyecto de equidad de género en las escuelas técnicas entrerrianas que ya está bajo análisis y que fue elaborado por la Dirección de Escuelas Técnicas del Consejo General de Educación, en el marco de su participación en la Comisión de Equidad de Género que el INET creó en 2018 con el objetivo de aumentar la matrícula femenina en las escuelas con modalidad técnica.

Son apenas siete los distritos que integran esa comisión: además de Entre Ríos, están las provincias de Santiago del Estero, Formosa, Chaco, Corrientes, Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires.

Sin prisa, pero sin pausa, ahora es cuando las mujeres podemos -debemos- llevar también nuestra revolución a los espacios de formación. Empezar por las escuelas secundarias técnicas es un gran comienzo, con la paridad de género como bandera y la igualdad de oportunidades como motor de un cambio que ya comenzó y es imparable. –