El mundo del trabajo está en pleno momento de cambio. La llegada de nuevas generaciones al mercado laboral, junto con otras variables, empuja a los líderes a cambiar de paradigma y se abre un gran desafío para las organizaciones, especialmente las más tradicionales: ¿Cómo mejorar los resultados del negocio en un mundo tan cambiante?

Son muchos los factores que influyen: las consecuencias de la pandemia, la digitalización y profesionalización de muchos procesos y el arribo de una generación menos verticalista, más interconectada e interesada en lograr sus objetivos personales.

En este escenario, los gerentes o dueños de empresas tienen dos caminos posibles: quejarse, sostener que los empleados ya no se comprometen, y creer que hoy no hay oportunidades para crecer; o abrirse a nuevas formas de pensar sus negocios para adaptarse, cambiando la mirada y poniendo en cuestionamiento o desaprendiendo mucho de lo que conocían hasta ahora.

Los que eligen el segundo camino encuentran en el coaching la herramienta ideal para facilitar esta transformación y no solo adaptarse al contexto, sino también lograr mejores resultados de negocio a largo plazo. Entienden que el liderazgo no es algo “natural”, sino una habilidad que pueden aprender y perfeccionar, y el coach es el profesional que los acompaña en este camino de mejora continua.
¿Cómo influyen las relaciones humanas en el negocio?
Más allá del sector y tamaño de su empresa, sea de bienes o servicios, estos líderes entienden que mejorar las relaciones interpersonales dentro de la organización es una decisión estratégica. Es decir, buscan “humanizar” sus organizaciones.

En cualquier ámbito de la vida, cuando las personas tienen buenas relaciones naturalmente aumenta la confianza, lo que permite una mejor comunicación, que es un aspecto clave en cualquier negocio. Cuando los colaboradores dialogan con claridad disminuyen los errores y malentendidos e incluso aumenta la creatividad de los equipos, llevándolos a aportar soluciones.

Además, esto contribuye a un buen clima laboral, lo que favorece el sentimiento de pertenencia y el compromiso. Si las personas se sienten cómodas en su lugar de trabajo, entienden sus objetivos y los comparten con su equipo, es más probable que se motiven y que pongan todas sus energías en hacer sus tareas de la mejor forma posible.

Y eso, sin ninguna duda, impacta en los resultados del negocio.

El coaching de equipos es una forma de desarrollar el potencial de las personas que forman la empresa, favoreciendo el aprendizaje. Permite a los líderes conocer las fortalezas y debilidades de sus colaboradores y así seleccionar los caminos adecuados para el cumplimiento de los objetivos.
Además, en las sesiones de coaching ejecutivo los líderes encuentran un espacio para reflexionar sobre su propio liderazgo, los objetivos de su empresa y las acciones necesarias para alcanzarlos. También trabajan en el desarrollo de sus “habilidades blandas” -como la comunicación, creatividad, colaboración, resolución de problemas y adaptabilidad a los cambios-, que tienen un papel cada vez más importante para el funcionamiento de las empresas y los equipos de trabajo.
Casos locales
En Concordia, distintas empresas han visto una mejora en sus resultados luego de invertir en este tipo de iniciativas:
Farmafull, empresa de farmacias local, ha integrado el coaching como una disciplina que permite potenciar sus equipos, desarrollar talentos y entrenar sus líderes, y como resultados ha logrado una operación más eficiente y un servicio al cliente que se supera día a día.

Punto Frio SRL y Ditto SRL, franquiciantes de heladerías Grido con 11 locales comerciales y más de 60 empleados en la provincia, realizaron coaching de equipos a sus mandos medios y posiciones estratégicas. Esto les permitió mejorar sus procesos, la interacción entre las distintas áreas, incrementar las habilidades conversacionales del equipo y mejorar sus resultados.

Nexon, empresa dedicada a la venta de electrodomésticos y línea hogar con presencia en toda la provincia y más de 400 empleados, entrenó a ejecutivos tanto para el logro de objetivos comerciales como para aspirar a puestos de mayor jerarquía. La mejora en la gestión del tiempo, el incremento de su capacidad de delegación y el diseño de futuro han sido algunos de los resultados de estos procesos.

Con el trabajo sostenido en el tiempo, el coaching impacta en la organización y la transforma en un espacio donde se generan conversaciones productivas, donde cada persona entiende su rol y aporta desde el mismo a la mejora del todo, y donde el diálogo se convierte en una herramienta para lograr ofrecer mejores bienes y servicios.

Y este tipo de organizaciones, con líderes conscientes de la importancia de las relaciones y equipos comprometidos con los resultados, son las que tienen muchas más posibilidades de tener éxito no solo en el contexto desafiante actual, sino a largo plazo.

Ivana Zapata, Coach Organizacional Ejecutiva, Contadora y Magíster en Administración de Empresas