Por Jennifer Cisneros
Secretaria de Comunicación y Ceremonial de la Municipalidad de Concordia.

Como Secretaria de Comunicación de la Municipalidad de Concordia, profesional de la comunicación desde hace varios años y, sobre todo, como mujer, no quiero dejar de expresarme sobre los hechos recientes de público conocimiento.

Estamos atravesando una época de cambios culturales y sociales, producto de años de lucha y trabajo de miles de mujeres y hombres. Sin embargo, duele profundamente que las mujeres sigamos siendo utilizadas por medios y personas para sus propios fines.

Como expresó el intendente Enrique Cresto, a partir de lo acontecido en el corsódromo de Concordia el pasado fin de semana se generó un gran malentendido. El hecho puntual - el pedido de una foto por parte de una espectadora - no tuvo ninguna entidad ni mayor repercusión en su lugar y momento, como lo demuestra la secuencia completa del video que cualquiera puede ver en el canal de YouTube de la Radio Pública, no el corte editado que tanta difusión se le dio.

Por su función pública y su intensa tarea política, Enrique recibe saludos de decenas de personas por día desde hace 20 años y nunca había atravesado una situación similar que hoy afecta directamente a su familia y a la de la otra persona involucrada, que no quiere ser expuesta públicamente y se encuentra muy dolida por sentirse objeto de utilización política y de una operación mediática por parte de sectores malintencionados.

Compartimos con Enrique y el equipo la preocupación por la joven afectada y su familia, quienes quedaron atravesados por una serie de falsas acusaciones y rumores. Se sienten desprotegidos, atacados y vulnerados permanentemente ante cada publicación compartida, algo que nunca se piensa cuando se busca generar un daño al intendente, su familia o la institución que hoy representa.

Tenemos una gran responsabilidad profesional a la hora de generar y replicar información que necesariamente debe ser de calidad, chequeada y con rigor informativo. En la era de las redes y de la información instantánea, necesitamos estar a la altura de los tiempos que corren y ser responsables ante la sociedad, que cree en nosotros y necesita de medios e informaciones verídicas en lugar de falsedades que se utilizan para generar confusión. Cada uno de nosotros es responsable de la información que comparte, y el celular puede ser una herramienta de destrucción o de crecimiento en cuestión de segundos. Debemos apelar a la verdad, y si falláramos, a las disculpas.

Desde esa convicción, repudiamos el aprovechamiento político de la situación y pedimos, de corazón, que se reflexione sobre la difusión de falsas noticias y acusaciones que terminan afectando a varias personas. En la época de la sobreinformación, todas y todos debemos ser conscientes de que cada cosa que hagamos con nuestro celular, cada video, foto o conversación puede convertirse en un potencial daño o aporte, según cómo lo usemos.

Reitero mi solidaridad con Enrique, su esposa Leticia, sus hijos y su familia, que han sido víctima de distintos ataques y acusaciones infundadas a través de múltiples medios de comunicación y redes sociales. Al ser una familia involucrada en la política, siempre están expuestos a este tipo de ataques que, lamentablemente, ya son una costumbre en nuestro país y el mundo, pero no deja de ser una situación muy dolorosa. La forma en la que afrontan esta situación con fuerza y entereza es un ejemplo para todos nosotros y solo piensan en seguir adelante, trabajando por el bien de su comunidad, de Concordia y Entre Ríos.

Si alguien piensa que con este tiempo de operaciones podrán distraer o cambiar la dinámica de trabajo de nuestro compañero y todo el equipo, está equivocado, porque ya se encuentra trabajando al 100% como cada día e incentivándonos a todos y todas a seguir ese camino.

De corazón, espero que esta situación nos deje un aprendizaje y un camino por el que salgamos mucho más fortalecidos.