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Es un plato que atraviesa todas las clases sociales y forma parte de las tradiciones argentinas. Algunos investigadores afirman que el locro se come en estas tierras desde la época colonial y tal vez por eso se volvió infaltable en todas las mesas en los festejos patrios del 25 de mayo y el 9 de julio.

Pero también, y desde hace unas décadas, el locro, tan representativo de la cultura popular, se ha convertido en el emblema gastronómico del Día del Trabajador. Un ritual que crece desde los sindicatos, los bodegones, los hogares y hasta los restaurantes más sofisticados que lo reversionan con un estilo más gourmet.
Atracón
El día después se complica, por lo que la reconocida nutricionista Cecilia Gimenez Sampieri recomendó "no solo en esta oportunidad sino en todas, el usar un poco de alimentación intuitiva".

"Eso significa conocernos, saber qué cantidad nos permite nuestro cuerpo porque a mis pacientes les digo que yo les puedo dar un plan alimentario pero los invito a que cada uno pueda conocerse y decir - por ejemplo - ¿con cuántas empanadas estoy satisfecho?", mencionó.

En el caso del locro, agregó la profesional a Diario Río Uruguay, "no solo son las calorías, sino que es un plato con ingredientes que tienen digestión un poco más lenta; sobre todo por la mezcla: no es solamente maíz, cebolla, morrón, chorizo o carne sino que es todo junto mezclando proteínas con grasas".

Relacionado al tema de la digestión lenta, Sampieri recomendó "hacer un reposo digestivo", para lo que es necesario "escuchar a nuestro cuerpo y preguntarse si verdaderamente tengo hambre o si tiene la necesidad de cenar".
Agua, tés, sales y remedios
Para el post del locro, la nutricionista siguió con sus consejos y dijo que lo ideal es sumar mucha agua "porque encima estamos acostumbrados a agregarle mucha sal".

"El organismo, con el hígado, se desintoxica solo pero lo ayudamos tomando agua y consumiendo alimentos fáciles de digerir como vegetales y frutas", indicó. Subrayando que "si a eso le sumamos actividad física, mejor; ya que siempre nos va a ayudar a sentirnos mejor y con más energía".

Por último, Sampieri siempre destacó la importancia de "no llegar a los excesos como para no necesitar algún complemento artificial, químico o de laboratorio y acostumbrarse a parar antes".

"Si no nos acostumbramos a eso y tenemos que andar con los sobrecitos de sales o un gotero de la famosa marca que empieza con H: es algo que no tiene mucho sentido", aseveró. Agregando que "un tecito digestivo - de boldo, de limón o de hierbas - ayuda, mínimamente pero la idea es no acostumbrarse a algo".