


De esta forma, se logró detectar que en los barrios “El Sapito” y “José “Hernández” existía una pelea territorial entre personas que venden estupefacientes, lo que provocó en una guerra que derivó en ilícitos que ocurrían a diario, con homicidios, lesiones, etc.
El diagnóstico de las fuerzas de seguridad apunta que "estas zonas se encuentran tomadas por los vendedores de cocaína", lo que llevó al Ministerio Público Fiscal a iniciar una investigación con intervenciones telefónicas que permitieron probar la existencia de una banda narco criminal, la cual tenía un brazo armado, compuesto incluso hasta por menores de edad.

Fuentes oficiales señaron a este medio que, luego de más de un año de investigación, se incorporó evidencia que grafica el poder social y territorial que tiene "la empresa criminal", que desarrolla sus tareas "a fuerza de violencia extrema", lo que les permite crecer y ejecutar los delitos "con total impunidad, dejando a habitantes de dos barrios de la ciudad como rehenes de una actividad ilícita que crece de manera exponencial".
