Bravo hizo notar que "a nosotros la pandemia nos ha golpeado directamente en la economía del municipio, por eso agradeció al gobernador el acompañamiento y los aportes que ha hecho para nuestro municipio para solventar y poder sortear los inconvenientes que se nos presentaron".
Destacó que actualmente, "con la reapertura de las termas, cambia notablemente la cuestión económica y eso hace que de a poco podamos ir saliendo del pozo en que entramos. Porque tuvimos un receso económico importante, pero ahora la apertura nos da el oxígeno económico que necesitamos".
Admitió que "nos va a llevar un tiempo recuperarnos, ya que fueron 10 meses de cierre, que golpearon fuerte, con todos los inconvenientes que trajo. Ojalá que el turismo siga de esta forma, aunque seguramente habrá algunas restricciones, pero no podemos volver a cerrar. Le planteé al gobernador que nosotros no podríamos soportar otro cierre porque el impacto económico que sufre nuestro municipio con el cierre de las termas es inmenso, casi el 60 por ciento de la recaudación depende de esa entrada, por eso la importancia del turismo en nuestra localidad".
En ese marco, dijo que dialogaron con el mandatario sobre "el gran fin de semana" turístico que tuvo la localidad, donde "llegamos a un poco más del 90 por ciento de la capacidad hotelera, lo cual repercute directamente a la economía del municipio, pero también en el movimiento económico que produce en la ciudad, en los hoteles, en la gastronomía, en los comerciantes".
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"Fue una reunión extensa donde estuvimos hablando de algunas obras prioritarias que necesita la ciudad”, agregó luego y destacó que “recibimos una buena respuesta y el acompañamiento que tengo desde siempre del gobernador, lo que agradezco muchísimo".
Precisó que “se trata de obras de viviendas y de infraestructura y otras como la del hospital, que viene desde hace mucho tiempo postergada. Se trata de una segunda etapa que necesitamos terminar para mejorar el funcionamiento".
Con respecto a las viviendas, precisó que abordaron el traslado de vecinos del antiguo emplazamiento, donde “están viviendo en una situación muy crítica, no solamente por los servicios, sino también porque dentro de esas viviendas hay aserraderos y viven en el medio del humo, del aserrín. Son vecinos que hace mucho tiempo vienen esperando estas viviendas y la idea es poder, a través del gobierno provincial, obtener la ayuda y resolver esto en el menor tiempo posible". Se trata de 130 familias las que viven en esas condiciones.
