

Esta determinación de las autoridades entrerrianas generó en su momento una airada reacción de los inversores extranjeros, que consideraron que el proceso licitatorio no puede ser dejado de lado.
La obra eléctrica, en cambio, sigue en pie. El mismo conglomerado sino-argentino resultó adjudicado y aún están en discusión las condiciones de financiación para llevar adelante el emprendimiento, explicaron a esta Agencia en la Casa Gris.