
Aguantadero político
Quién disparó la polémica y una larga serie de respuestas fue la edil oficialista Eliana Lagraña, cuando al referirse al tema expresó que "vinimos a hacer lo que dijimos que íbamos a hacer, que era ordenar el municipio y cambiar lo que no estaba funcionando".En ese sentido, agregó que eso "implica justamente terminar con los aguantaderos políticos, que era para lo que muchas veces eran utilizados estos tipos de dispositivos".
Respuestas y repudio
Luego de esas palabras, incluso en el mismo recinto, hubo una fila de respuestas desde el bloque justicialista. Una de las voces más fuertes a la hora de contestarle a Lagraña fue la edil Carolina Amiano, quién afirmó "que decir que los CDI sean un lugar de contención política es una falacia".Según la concejal opositora, sostener tal afirmación responde a "tratar de correr el verdadero problema de fondo, que es el recorte que quiere hacer el intendente (Azcué) en todas las áreas".
Es más, sostuvo Amiano, "también ese ajuste nos va a tocar acá, en el Concejo y lo sabemos; porque nos han pedido que recortemos al personal".
Pero las respuestas no quedaron solo en el recinto y se trasladaron a las redes sociales. En su perfil, la ex edil justicialista, Lia Solís, se dirigió a Lagraña y expresó que "decir que es un aguantadero político cuando en tu familia hay gente que trabajó en el Estado y jamás fue por la capacidad que tienen o por la formación, es realmente de cara dura".
Y remarcó que "sacarle el plato de comida a los gurises de los barrios, cuando cobras un sueldo de más de 3 millones de pesos, es que no tenés un ápice de corazón, no tener un poco de memoria ni de empatía".
En el posteo, además, Solís cita lo subido por Claudia Soledad Almeida, quién apuntando a Lagraña mencionó que "es triste escuchar este comentario de quién fue criada con sueldo del coordinador del CDI Capullitos (Villa Jardín), Ricardo Lagraña, su padre y que durante años prestó servicios en ese establecimiento".