
Esta situación provoca que se vean afectados los controles que se realizan en el puesto de la ruta 015, donde “toda la gente que tenemos tomando datos y trabajando son maltratados por la demora” que genera el protocolo de ingreso, “mientras que la gente anda paseando”, destacó Barboza.
Actualmente, en el puesto de control se les toma la temperatura a todas las personas que ingresen a la ciudad y se cargan sus datos personales en el sistema.
La problemática, según las palabras de Barboza, parte de que “la gente se pone mala porque deben cumplir con el protocolo de ingreso y lo cuestiona porque ‘fuimos hasta el lago nomas’, pero esto tiene que ser igual para todos, porque si no, alguien de Buenos Aires nos va a decir ‘yo vengo del lago’ y no podríamos hacerle nada”, subrayó.