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Al respecto, Carlos Alfredo Arizabalo, Director del Instituto de Pediatría y médico pediatra, aseguró a Diario Río Uruguay que todo el sector privado se encuentra en “una situación comprometida”, ahora acelerada por "el mercado de los insumos, donde si es que te venden, lo hacen con pago inmediato”. Esta devaluación “tiene un significado trascendental para la actividad sanatorial, en el sentido de que todo está pendiente del valor del dólar” remarcó Arizabalo.

Todo este combo “ha condicionado que los insumos que nos surten las droguerías y las empresas tienen que ser por entregas sin precio y con plazos cortos de pago”. Una situación verdaderamente trascendental porque, según la valoración de Arizabalo, “en este momento están desvirtuados los convenios y valores sujetos pactados con las obras sociales”.

A su vez, ponderó que “no es lo mismo que para una actividad comercial, como puede ser un corralón de materiales de construcción que puede suspender las ventas a modo de mecanismo de defensa” sino que la actividad sanatorial “está sujeta a compromisos inevitables” ya que “es una prestación inapelable a la urgencia”, como en los casos de terapia intensiva, operaciones de emergencia, entre otras situaciones.
Por lo tanto, en esas condiciones “los sanatorios estamos comprometidos a tener los elementos que requiere la situación”, remarcó el director del “Pediatría”.

A modo de aclaración, Arizabalo explicó que “más allá de un pago inmediato o a corto plazo, los convenios que nosotros tenemos son de vencimiento entre 60 y 90 días para llegar a cobrar por las prestaciones, yendo bien”.
Por otra parte, remarcó que “la atención médica es impostergable. No podemos estar dudando si llevarla a cabo porque la urgencia médica se impone” y “nosotros manifestamos que estamos en una condición difícil, porque se nos repite lo del año pasado, pero con peores trastornos financieros”, por lo que reconoció a esta como “una situación comprometida”.