
En diálogo con Diario Río Uruguay, agregó que “fue una decisión acertada porque a los pocos días vimos como el presidente (Alberto Fernández) exhortaba a tener conciencia y quedarnos en casa”.
Blindado
“Lo que hicimos fue cerrar y blindar para que no ingresen personas que no realizan trabajos en el lugar”, explicó Miño. Subrayando que la sede "es permanentemente visitada por vecinos que colaboran, alumnos que visitan el museo, voluntarios, gente de Cruz Roja”.La medida “sirvió para que los empleados también tomen conciencia y ahora estamos trabajando tranquilos, ya que tomamos esas medidas de seguridad y siguiendo con el protocolo”, mencionó el director del Hogar.
Entre los recaudos, citó que “se pusieron alfombras sanitarias en los ingresos, repartimos barbijos y guantes a los empleados”; así como “el recambio de ropa para los trabajadores”.
Actualmente, Miño contó que son 16 los adultos mayores que están residiendo en el lugar. “Ellos son los más vulnerables”, remató.