
Por ello, es que en el Bicentenario de su muerte -el 10 de julio de 1821- consideraron que "recordar a uno de los hombres más importantes de Entre Ríos y figura clave en la historia de la entonces naciente Argentina, junto a su ideario y pensamiento, es clave para proyectar el futuro de Concordia".

En la ceremonia se cumplió con la tradición de depositar una ofrenda floral y luego plantaron un árbol como símbolo de unidad y proyección al futuro.
