
De esta manera fue que “con el paso del tiempo, empezamos a preguntar qué es San Juan” y “hablando con los padres, con gente mayor, nos fueron pasando distintos rituales que se hacían ese día, por qué se hacía la quema del muñeco y, con toda esa información, volvimos a celebrarlo todos los 23 de junio, para amanecer 24, que es el solsticio de invierno acá, la noche más corta”.
Fue así como el ritual se llevó a cabo en el barrio hasta que “yo dejé de trabajar en La Bianca”, comentó Franco y explicó que “ahora volví y retomé esta tradición hace tres años”.
El origen de San Juan
Consultada sobre los motivos de su celebración, Franco precisó que “no es algo nuevo, es un acto simbólico que se remonta a un ritual pagano que, en un momento, el cristianismo lo toma y lo incorpora en su calendario litúrgico”.Al respecto, indicó que “es una fiesta relacionada al solsticio de invierno y la idea es el hecho del fuego como símbolo de renovación”, ya que “ilumina, purifica, quema y renueva, entonces en este ritual, las personas pueden llevar en un papel aquello que quieran quemar para poder renovar o pueden escribir sus deseos. En el momento en el que se prende el fuego, arroja sus papeles y con toda la fe que puede llevar ese acto, trata de que se cumpla”.
El muñeco
En cuanto al muñeco, mencionó que “está hecho de cartón, de trapo y tratamos de que no haya nada que no sea orgánico, que todo se pueda quemar”.Sin embargo, aclaró que “esto se hace de forma colectiva, no es un espectáculo, sino que es una construcción en donde cada uno aporta su esfuerzo, su trabajo, el que lo transporte, el que corta las cañas, es lo más interesante de todo este festejo”.
