“El lugar donde estaba era lamentable, horrible. No tenían agua, ni luz, ni sanitarios, absolutamente nada”, señaló a Diario Río Uruguay , Silvio Pucheta, Coordinador de Gestión de la Secretaría de Trabajo de la Provincia.

El hecho surgió a la luz porque esta familia llegó el jueves al establecimiento rural bautizado “El Abuelo” y pasaron los días, hasta que este domingo, como los empleadores “ni siquiera le habían llevado para comer”, se acercaron hasta la comisaría de Puerto Yeruá para pedir asistencia.

El oficial José Ferreyra, a cargo del destacamento policial, puso en conocimiento del hecho al propio Pucheta, por lo que “a primera hora de este lunes nos hicimos presentes en establecimiento rural”, ya que todo hacía suponer que “estábamos ante un caso de trata de personas, por lo que de inmediato le también di participación a la Policía Federal, como dice el protocolo.”
Pucheto señaló que en ese establecimiento llamado “El Abuelo”, dedicado a la producción ganadera y forestal, “nos encontramos con un matrimonio y sus dos hijos; una nena de 7 años y un chiquito de 5 años.”. Una familia que había llegado desde la localidad de San Miguel (Corrientes) “con la promesa de trabajar como cuidador de animales vacunos, pero se encontró con algo que no era lo que le habían prometido, ni siquiera se parecía.”

Una vez realizadas las actuaciones en el lugar, la familia correntina fue trasladada hasta la ciudad de Concordia, más precisamente hasta la Comisaría del Menor y la Familia en la esquina de Güemes y La Paz, donde estas personas fueron puestas a custodias del COPNAF.