
El 25 de enero del año 2000, Candelaria Chovet y Herman Zapp -unidos en matrimonio desde hacía seis años- salieron desde el Obelisco con un sueño fijo, viajar.
“Yo tengo 53 años y empecé a viajar cuando tenía 31 años. Salimos con un rumbo de seis meses, partiendo desde el Obelisco que recuerdo invitamos a familia y amigos a que nos vayan a despedir y no fue nadie”, comenzó narrando entre risas Herman.
El automóvil que los hizo recorrer el mundo hoy está en un taller de calle San Luis, de José Marfil, lugar al que llegaron por recomendación de Eduardo Bazzarelli, del Club de Autos Antiguos de Concordia. Mientras tanto, la familia son invitados especiales de Gustavo Brandt en el hotel Plaza.

La pareja detalló que salieron con tan solo cuatro mil pesos (con la cotización de un peso-un dólar), por lo que se proponían gastar “20 o 25 dólares por día. Pero en el camino nos fuimos encontrando con la gente, que fue lo mejor del viaje, que nos invitaron a todo y hasta incluso no te dejaban avanzar, porque no decían que nos quedemos uno o dos días más”, precisó el entrevistado.
Fue así que se cumplieron los seis meses previstos, pero la pareja recién habíamos llegado a Ecuador “y ahí nos quedamos sin plata. No sabíamos que hacer, Ecuador atravesaba su crisis más importante de la historia, pero algo teníamos que hacer. Entonces le dije a Cande, vos pintaste los azulejos de la cocina y quedaron barbaros, pinta en papel, yo enmarco y vendemos cuadros. Así empezamos y funcionó”, contó Herman casi recordando la emoción y sorpresa que representó aquel tiempo para ellos.
En ese contexto también surgió la idea de escribir un primer libro, al cual titularon “Atrapa tus sueños”. Inaugurando otra de las profesiones que no estaba en agenda. Candelaria precisó con énfasis que ella “era secretaría, él era electricista y no teníamos idea de lo que luego sería nuestro destino, vendiendo las pinturas o ahora el libro", para ofrecer sus productos "en plazas, parques o casa o por casa; dando charlas, etc.”

El auto
“Yo nunca fui de autos, nunca tuve uno cero kilómetro”, comenzó subrayando Herman. Sin embargo, “un hombre me dice un día mira tengo un auto en venta venía a verlo, al principio dije no, pero lo fui a ver y sentí que este era nuestro auto de viaje”. El auto que data de 1928, “era un auto que no estaba en condiciones, le pusimos ruedas nuevas, bujías nuevas y salimos". A lo que señaló que, aquellos que esperan tener el vehículo ideal para un viaje, que se olviden de ese requisito, ya que "cualquier auto puede ser, es depende de cómo uno ponga las ganas”, afirmó el entrevistado.
Los hijos
La pareja tenía como objetivo tener hijos a los seis meses, luego de retornar de Alaska, “pero cuando vimos que ya íbamos dos años y estábamos en Guatemala recién, dijimos ¿porque no ahora? Intentamos y enseguida llegó el primero que pensamos y planeamos que nazca en Alaska, pero tampoco sucedió eso. Nació en Carolina del Norte”, narró la pareja entre risas. En la actualidad a la familia Zapp se le sumaron cuatro integrantes en total, “mi segundo hijo es argentino porque cuando mi madre se enfermó a fines del 2004 volvimos a Argentina, un tiempito y nació. Los demás son todos del camino, tenemos un australiano y una niña canadiense, también”, detallaron.
La educación de los chicos
Candelaria comentó que “por suerte tuvimos la posibilidad de la educación a distancia, que hay dos sistemas, uno del ministerio y otro del Ejército y así pudimos escolarizarlos y las clases se iban dando al andar. A veces van a las embajadas a dar exámenes”.Idioma
La pareja comentó que “sabinos poco y nada de inglés cuando salimos, lo básico del colegio “y teníamos una hojita con unas ayudas como para decir: gracias, por favor, picante no”. Pero hoy en día con el celular, vos hablas todos los idiomas”.
Pandemia
La pandemia los encontró en Brasil, más precisamente en San Pablo y aseguran que “no fue fácil atravesarla, como para muchos viajeros”.Sus planes de participar de un gran evento y charlas se vieron trucados, por lo que se alojaron en un galpón donde arreglaban autos, por tres meses y “luego seguimos recorriendo el país, hasta la última playa bonita y nos quedamos ahí un año”.
Candelaria y Herman explicaron que Brasil y la pandemia les sirvió para “aprovechar y poder escribir, por eso logramos hacer dos libros más, hoy tenemos tres libros y vamos a seguir escribiendo con los distintos destinos por los cinco continentes”, adelantaron.
Concordia
Continuaron viaje, pasaron la frontera y luego de recorrer Misiones y Corrientes, finalmente llegaron a Concordia, donde “teníamos varias invitaciones para visitar y era una parada obligatoria, pero llegamos con lo último, zapateando mucho con el embriague”, señaló Herman tras comentar que su auto se encuentra en un taller para reparar.Una charla imperdible
La familia Zapp, aprovechará su estadía para brindar una charla libre y gratuita en el Salón de Actos de la Municipalidad de Concordia. Será este viernes 4 de marzo, a las 20 horas. Allí compartirán su experiencia y mostrarán material audiovisual de sus más de tres mil kilómetros recorridos en 23 años de viaje. Luego continuarán hacia su destino final, el Obelisco, “donde empezó todo y donde esperamos tener más gente que nos reciba de la que nos despidió”, recordó entre risas Herman.
Sin embargo, la aventura no descansa, planean “dentro de un tiempo, salir de nuevo porque conocer el mundo te cambia, te abre la cabeza y te sensibiliza. Te hace pensar y valorar todo mucho más”, concluyó.
Mientras que su esposa agregó que “hay que saber que el mundo está preparado para vos. Solo es salir de la zona de confort y animarse”.