Al respecto, Jorge Jubilla, de la firma Hidalgo valoró positivamente “esto que está haciendo el municipio para poder cuidarnos”, pero reconoció que en lo que respecta a la franja de atención “no es un horario conveniente para el comercio céntrico y por eso queremos ver si hay alguna revisión de parte del municipio para poder colocar otro horario”.
Fundamentalmente “queremos un horario corrido, porque no hay que volver al horario de 4 horas en la mañana y 4 horas en la tarde, ya que es contraproducente para el empleado que debe viajar 4 veces al día”, admitió Jubilla, pero aclaró que “lo que se está buscando es el menor tránsito de gente posible, por lo que hay que buscar otra alternativa, abrir de 9:00 a 17:00 o de 8 a 16:00”.
Asimismo, Jubilla explicó que “si se hace un horario de 8:00 a 16:00, nosotros tenemos la posibilidad de tener 5 horas de potenciales vendas, porque no puedo asegurar que todos los que vengan al centro puedan comprar, pero es una posibilidad más que aquel que está haciendo sus trámites bancarios y sus cobros, que se hacen de 8 a 13” se acerquen a los locales, ya que “es el horario en el que más circula gente.
Por último, destacó que “lo único que se logró con el horario de 8:00 a 20:00 es que el cliente esté descolocado, porque cada comercio hacía su horario”. Entonces, con 8 horas de trabajo “se va a dar un horario de apertura y cierre” general, con lo que podrán darle una seguridad al posible cliente.
Descontentos
Por otra parte, Walter Kleiman explicó que este nuevo horario “nos deja muy descontentos a todos, porque nos pone en desventaja, en desigualdad con otros comercios que están abiertos más horas, como los hipermercados”.Dicho esto, Kleiman manifestó que “tenemos profunda preocupación por todo lo que está pasando con la pandemia en Concordia, pero se tienen que encarar mejor las cosas en cuanto al horario, corregir esa desigualdad”, porque “cuanto más acorten el horario, más gente se agolpa en los negocios”.
De la misma manera consideró que “el horario de apertura no se entiende”. En su caso, la venta de productos de limpieza, aclaró que “yo abro a las 10 de la mañana” mientras que sus principales clientes, las oficinas, “abren a las 8 de la mañana” y “no puedo vender”.
Siestas sin clientes
Gabriela Schmukler, por su parte, reconoció que esta medida “perjudica totalmente al comerciante, porque estamos en una temporada de verano y a la siesta no anda nadie, absolutamente nadie”.Esto provoca que “las horas en las que se trabaja sean prácticamente 3”, siendo esta una medida que “no favorece respecto a la pandemia”.
Es así que consideró que los comercios “deberían funcionar a la mañana y por la tarde a partir de las 17:00” ya que “resulta ilógico que estén abiertos restaurantes, cervecerías, farmacias y no los comercios, si la gente circula igual”.
