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La secuencia de hechos ocurrió en las primeras horas de la mañana del pasado domingo e incluyó una orden judicial para recuperar el rodado.

Todo comenzó con el intento de un patrullero de la policía de Entre Ríos de querer detener la marcha de un utilitario Renault Kangoo, el cual no sólo que no acata las indicaciones, sino que incluso habría chocado contra un patrullero en inmediaciones de calles Catamarca e Hipólito Irigoyen, en el momento que se lo intentaba detener.

Tras la correspondiente persecución que incluyó diferentes escenarios de la ciudad, los efectivos policiales llevaron al conductor hasta la Jefatura Departamental de Policía, donde el médico policial procedió a la revisión del joven de apellido Jacobo. Mientras esto ocurría en la Jefatura, en el lugar donde estaba el rodado ocurrió un hecho que tomó por sorpresa a todos los presentes, ya que una mujer que pasaba caminando por el lugar como desentendida de la escena, “de repente se sube a la camioneta, la pone en marcha y se va por calle Paraná”, según contó a este medio uno de los actuantes.

Al respecto, Diario Río Uruguay dialogó con el fiscal que atiende en la causa, Germán Dri; quien comentó que “acá hay una violación al artículo 241 inciso 2 del código penal, donde si bien no hay imputación establecida hasta el momento, se procedió a la investigación entre lo que declararon los agentes de tránsito y los procedimientos que se iniciaron”.

Finalmente el fiscal señaló que “esta mujer que retiró el vehículo secuestrado mientras se iniciaban las actuaciones, es familiar del joven que circulaba en dicho rodado. Habrá que investigar la causa, pero en principio se la puede acusar de entorpecimiento del trabajo de los funcionarios de Tránsito”.