
Al respecto,Santiago Popelka, responsable de la cervecería homónima, explicó a este medio que “desde el vamos, teníamos que hacer algo sustentable como comunidad y parte de esta sustentabilidad era que todos abran y trabajen”.
Santiago recordó que “en todos lados trabajan familias con protocolos y, como hablábamos en una reunión que tuvimos con el intendente, tiene que haber una oferta de esparcimiento para la gente”.
Para Santiago esto es fundamental porque “sino, la gente se junta en sus casas y el Estado no puede entrar, no puede enviar a la policía”, mientras que en una cervecería “si, el Estado puede entrar, controlar, revisar, fiscalizar, puede hacer lo que quiere” por lo que es “una manera de generar algo más controlado”.
Por otro lado, Santiago reconoció que “estas últimas tres semanas -donde aumentaron los casos- te podes dar cuenta de que no anda nadie en la calle”. Según sus palabras, esto se debe a que “la gente se guardó sola, sin necesidad de cerrarles el comercio, lo que sea”.
Por último, consideró que “la gente se asusta por el virus y económicamente empieza a haber una contracción por la incertidumbre”, por lo que la idea “sería tratar de buscar algo sustentable que pueda perdurar, porque esto no es de un día para el otro, sino que va a quedar en el tiempo y vamos a tener que vivir y colaborar”.
Por su parte, Daniel Espil -de Bonzo Cervecería- manifestó a Diario Río Uruguay que en este panorama “estamos muy limitados con el horario, somos una cervecería y la gente va de noche”. Actualmente “estamos hasta las 00:00, así que tenemos únicamente 2 horas y media de gente, porque 23:30 tienen que entregar las cuentas y todos deben retirarse” del predio antes de la hora estipulada.
A raíz de esto, Daniel reconoció que “venimos en pérdida, porque, por ejemplo, en nuestra cervecería tenemos casi 30 empleados y tenemos más costos para abrir que la gente que va”, además de que “tenemos la mitad de las mesas habilitadas por el protocolo y únicamente mesas de 4 personas te limita mucho”.
Por otro lado, aclaró que las críticas negativas sobre el funcionamiento de los emprendimientos de este tipo “ya no nos genera nada, porque nosotros no podemos aclarar nada” porque “nos agarran de punto”. Sin embargo, subrayó que son “los mismos empleados” los que “salen a defender las cervecerías, porque saben cómo se cumple el protocolo, se hace usar barbijo, hay alcohol en gel, se les toma la temperatura, se anota, nadie se puede levantar de la mesa”, entre otras cosas.
Finalmente, Francisco Arias -de Cervecería Stempel- opinó que la problemática de su rubro es que “se trabaja exclusivamente a la noche”, debido a que “es el único horario en el que podemos hacerlo”.
No obstante, a esto se le suma que “generalmente, el concordiense está acostumbrado a salir tarde, por lo que salen a las 22:00 y con este horario tenemos muy poco tiempo para trabajar”.
Francisco dijo entender "a los otros rubros y a la problemática que tienen, nosotros también los apoyamos a que puedan extender sus horarios y no creo que tengamos que tener un enfrentamiento, ni con la gente ni con otros comercios”, expresó sobre la tensión entre rubros.
Además, destacó que “en estos últimos días se ha visto una baja en las ventas y en el público que va a las cervecerías, por el aumento de casos y las noticias”, pero “esperamos que ahora en diciembre se revierta la situación y que la gente pueda salir y seguir tomando consciencia”. Desde su parte, aclaró que “seguimos trabajando con los protocolos estrictos y la idea es seguir reforzándolos para que la gente pueda tener un momento de esparcimiento” incluso en esta época.