Agrandar imagen Palacio municipal de Concordia
Palacio municipal de Concordia
En diálogo con Diario Río Uruguay, el pastor Daniel Ozuna se refirió al primer encuentro mantenido con el jefe comunal y aseguró que “nos pareció muy interesante la charla”, pero recordó que “nosotros ya hemos tenido la experiencia de un pacto con la gestión anterior, solo que en otro marco”.

Debido a esto, explicó que "junto al sector católico y el sector judío le planteamos al intendente que ya estamos en un tiempo en el que las firmas no resuelven mucho, por lo que pedíamos pasar a algo más concreto, algo que sea sincero, realizable y medible”.

De esta manera, valoró que “nos encontramos con un intendente que reconoció el trabajo que las instituciones venimos realizando” y consideró que ha sido “motivador también, porque a veces parece que nuestro trabajo queda en el anonimato”, señaló Ozuna.

Además, el pastor evangelista manifestó que “también solicitamos -al intendente- manejar otros tiempos, porque había como cierto apuro de poder firmarlo lo antes posible y vimos un gesto muy interesante de su parte, de poder aceptar nuestra propuesta y postergar un poco la fecha para trabajar un poco más tranquilos y, una vez que acordemos un poco las distintas acciones, acompañarlo con la firma”.
Compromiso
En cuanto a las intenciones de las diferentes instituciones de fe de la comunidad, el pastor Ozuna aseguró que “nosotros tenemos contacto todo el tiempo con los responsables de otras comunidades y acordábamos que este pacto debería ser más bien un compromiso del estado al acompañamiento de la actividad que ya venimos realizando” en lo que respecta a “la asistencia social, emocional, espiritual y a la contención social que es realmente extraordinaria y que, en la mayoría de los casos, lo veníamos haciendo con recursos propios”.

Según sus palabras, este pacto “nos parece la oportunidad de poder unir esfuerzos y que el estado se comprometa para que juntos podamos avanzar en este sentido”.

Por último, el pastor destacó que “otra de las cosas que planteamos es que, si bien hace falta consolidar el trabajo, ni hablar de lo que tiene que ver con una educación idónea, también tenemos que pensar seriamente en algo que tiene que ver con la consecuencia de la pobreza: la desnutrición”.

Sobre este punto, consideró que “no tenemos idea y me parece que hay que trabajar con una base de datos concreta de cómo estamos parados con este tema, porque si tenemos un trabajo, si tenemos educación, pero tenemos una población con una afectación en lo que refiere a las consecuencias de la desnutrición, no tiene sentido”.