
La enfermedad la produce un parásito que se aloja en los perros y es transmitida por la picadura de un flebótomo, un insecto similar a un mosquito que se alimenta de sangre.
De acuerdo a análisis realizados en el Hospital San Martín de Paraná se confirmó el caso de leishmaniasis visceral humana de quien sería una mujer adulta, domiciliada en Concordia. El mal tiene un alto índice de moralidad si no es tratada. En 2015 se detectaron perros infectados con leishmaniasis y también la presencia del insecto en la región donde ahora se dio el caso.
La leishmaniasis canina es una enfermedad causadas por parásitos de distinto tipo pero que pertenecen al mismo género: leishmania. El padecimiento puede ser visceral, cutáneo y muco cutáneo. Y “en la actualidad las vacunas existentes no previenen la enfermedad”, indicó la especialista Silvina Saavedra, exdirectora de Epidemiología.

Como se explicó, la leishmaniasis es transmitida a los seres humanos por la picadura de distintas especies de flebótomos. Son insectos que “no son ni moscas ni mosquitos”, explicó la médica veterinaria, son muy parecidos pero son flebótomos, que tienen la característica de reproducirse en materia orgánica y se alimentan también de sangre.
“En Paraná no tenemos el flebótomo que transmite la leishmaniasis Visceral. Sí se ha capturado en la zona de Villa Urquiza la que transmite la leishmaniasis cutánea. Y en Chajarí y Concordia está confirmado la presencia del flebótomo que transmite la leishmaniasis visceral” aclaró.
La forma de prevenir, se indicó, es que las autoridades sanitarias mantengan actualizado el diagnostico epidemiológico para conocer la situación respecto al vector y perros infectados. En el caso de los canes la enfermedad de denuncia obligatoria y se recomienda la tenencia responsable, prestando atención a su origen. En el caso de los flebótomos, se evita limpiando los patios y hogares de acumulación de la materia orgánica. “Si hay gallineros, rotación de la ubicación de los mismos y mantenimiento frecuente. Alejar cuchas de las ventanas de los dormitorios y uso de telas mosquiteras”, detalló Saavedra.