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De acuerdo a lo que pudo determinar Diario Río Uruguay, todo ocurrió el miércoles 23 de diciembre y salió a la luz por el testimonio de una lectora de este medio, que por precaución ante este hecho no celebró Navidad con sus familiares mayores de edad.

Según relató esta mujer, ese miércoles fue hasta el mencionado correo a retirar una encomienda y junto a varias personas estuvo compartiendo fila sobre la vereda con este religioso, el cual, cuando ingresó a las oficinas comenzó a reclamar airadamente y a viva voz contra la empresa, diciendo que a pesar de padecer un cuadro de Covid había tenido que salir de su domicilio para ir a protestar, debido a que una nueva tarjeta bancaria nunca le había llegado a su domicilio.

Además de los reclamos al personal de la firma, este sacerdote solicitó el libro de quejas, donde ratificó todo eso que reprochó personalmente a los jóvenes que estaban del otro lado del mostrador, que escuchaban sorprendidos las palabras de quien se identificó como Oscar Rigoni., conocido presbítero de la grey local.

Luego de escribir de puño y letra su queja, este hombre se retiró del lugar y de inmediato se activo el protocolo que está previsto en el marco de la pandemia.

Una de las personas vinculadas a la firma admitió a este medio que la situación vivida con el cliente “sorprendió absolutamente a todos” y aunque no estaba fehacientemente confirmado que padeciese la enfermedad, de inmediato se resolvió suspender la atención al público, para iniciar una desinfección general que mantuvo las puertas cerradas hasta pasado el mediodía. “Hasta tiramos la birome con la que escribió su queja, por las dudas”, se señaló a Diario Río Uruguay.

Por su parte, la persona que estuvo compartiendo fila de ingreso con el sacerdote, narró que lo vivido la llevó a modificar por completo los planes de celebración navideña con su familia. “Yo no sabía si era cierto lo que dijo sobre que tenía Covid, pero no me quería arriesgar y poner en riesgo a mis familiares mayores”, narró esta mujer, quien agregó que “como católica debo decir que fue una irresponsabilidad lo que hizo esta persona que es un ministro de la iglesia, tanto si es cierto o si mintió”, concluyó.

Por último, vale remarcar que este medio intentó ponerse en contacto con el sacerdote Oscar Rigoni para que diera su versión de lo ocurrido, pero no se tuvo respuesta a los llamados ni a los mensajes de textos enviados.